Una vajilla muy otoñal...

Hoy chicas, os llevo a la cocina. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiii, las cocinas, lo que nos gustan a todas nosotras. Decorarlas igualmente que el resto de nuestras estancias y darles ese toque vergeliano que tanto amamos. Pero que serían ellas sin esas piezas de vajilla que tan bien quedan colocadas aquí y allí. ¿Qué os parece si alguien os regala una nueva vajilla chicas?...

 Mi adorada mami, ayer me sorprendió con una sorpresa que me hizo abrazarla y achucharla hasta el infinito...

 Me trajo a casa esta belleza de auténtica porcelana. Llevo viéndola en la cocina de mis padres desde siempre, siempre mirándola, siempre pensando lo campestre que era, y siempre deseando tener una igualita...

 Y no es para menos chicas, solo con admirar estas florecillas y esas formas ondeantes de su piezas, ya nos enamora, ¿a qué si?...

 Mi madre ha querido que la tenga conmigo, creo que sabe que desde siempre me encantaba y que era el momento de entregármela con cariño...

 Pues bienvenida a casa...

Le voy a dar un lugar privilegiado en mi cocina...

 Y se va a convertir desde ya en nuestra vajilla diaria...

"San Claudio" puede leerse en el reverso de cada uno de sus platos. Made in Spain y fabricantes desde 1901. Después puede verse una especie de firma que no es otra que esas flores y frutas tan coquetas...

 Faltan algunas piezas que con el uso han podido romperse con el tiempo. Pero como podéis ver cuento con platos de postre...

Platos llanos...

 Cuencos ondos monísimos...

 Y la pieza estrella, la que más me gusta de todas, esta ensaladera que hasta pie tiene y todo...

 Si la giro hacia uno de sus lados asoma una especie de bodegón, con hojas verdes, bayas y frutas...

 Y por el otro de sus lados vuelven a asomar esas variadas flores en infinidad de colores...

Y como que estamos ya en pleno otoño chicas, rescato mis dos incondicionales gallinas de tela a cuadros vichi, para acompañar mi recién estrenada vajilla...

 Ummmmmmmmmmm, que preciosidad de tonalidades tan propias del nuevo mes...

 Retomo nuevamente la ensaladera, pero ya veis, de ensaladera nada de nada...

Como en esta casa las ensaladas se hacen individuales, grandes, variadas y,  a menudo como único plato, pues que la reconvierto en un encantador gran macetero...

 En el que colocar pequeñas plantitas de temporada...

 Y si las gallinas también quieren entrar en ella, pues adelante...

¿Qué os parece vergelianas, si mañana jueves me pierdo por los puestos florales a la búsqueda de variedades que meter en semejante pieza de vajilla?...

 Uno de mis rincones de la cocina, luce hoy de esta forma...

No hay nada mejor que alguien muy especial te obsequie con algo suyo, sabiendo que ello te hace enorme ilusión desde mucho tiempo atrás...

Tengo una madre que vale millones, que siempre sabe como hacerme feliz. Ambas amamos las cosas especiales, es más creo que ella me inicio desde bien pequeñita en el amor por la decoración porque siempre la recuerdo comprando cositas con las que embellecía su casa para todos. Si pudierais ver los detalles que tan bien colocados tiene en su hogar, con tanto gusto y mimo os sorprenderíais...

 Bueno, las cosas chicas siguen revueltas por estos lados, tan grises como el día de hoy...

Agradecida estoy por los comentarios recibidos ayer de parte de algunas de vosotras, me llegaron todos vuestros besos que tanto necesitaba. Los de Lavanda, los de Lola a través de su correo, los de María Bracaccini que anda algo malita, y también las bellas palabras de mi Brisita con su..."T'estimo molt, un petonet"..."Te quiero mucho, un besito"...

 Yo si que os quiero a todas...

Desde un vergel en la ciudad, con vajilla nueva que lucir...
¡Feliz miércoles!