31 de mayo de 2014

Orquídeas, orquídeas, orquídeas...

Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, chicas no son para mi estas preciosas orquídeas que presiden mi mesa de madera de teca. Que más quisiera yo, guardármelas para mi...Pero son para alguien muy especial, para su día especial que le espera dentro de muy poquito. Me ha escogido a mi en un gran reto, las flores para su boda. Y yo me siento halagada en este desafío mágico. Ya sabéis pedirme flores para cualquier evento y yo os las traduciré en preciosos arreglos...



Escogidas están...en diferentes colores, los tonos más sutiles, las flores más hermosas...Orquídeas repletas de belleza que lucirán el próximo sábado. Siempre me decanto por ellas, porque se que engalanan cualquier celebración y se convierten en la admiración de todos... 

Las de color liso son llamativas, pero aquellas que poseen dos tonalidades se convierten en mis preferidas...


Fijaros que textura, que combinación de elegancia y que explosión de pasión...




Hoy permanecen junto al gran ventanal, repletas de luz y en sus pequeños tiestos de origen...


Pero dentro de unos días las vestiré para la gran ocasión. Cintas, lazos, bonitos papeles, tarjetas...En fin, toda una combinación de detalles que las harán brillar con muchísima elegancia...




Me aprovecho de ellas hoy sábado y me las remiro desde lejos como si de un pequeño mini jardín se tratase. Mi mesa de trabajo espera mientras tanto y ya estoy deseando empezar a transformarlas. Creo que hasta mi gran vergel se las mira desde fuera con envidia. A lo mejor espera que las saque al exterior para hacerles compañía...



Hoy el día vuelve a tornarse lluvioso pero dentro de mi hogar, nada de nada. De eso se encargan las bellas orquídeas, de inundarlo todo de fragancia, belleza y esplendor...

No olvidéis decorar de fuera hacia adentro. Usando flores y plantas para crear rincones encantadores que cambien al ritmo de las estaciones...

Maravilloso día para todas...

30 de mayo de 2014

En la cocina...

Desde mi cocina os doy hoy los buenos días a un viernes que se nos ha vuelto a levantar lluvioso. Que alguien cierre el grifo ya por favor, llevamos toda la semana con los cielos tapados, tristes y oscuros. ¿Dónde está la bonita primavera?, la que Mayo nos prometió nada más empezar su bonito mes. Así que yo llevo semanas encendiendo velas para, al menos así, iluminar mis estancias... 

Y tiro de los rosas, los tonos que más luminosidad dan a los espacios. Menos mal que la blancura de los muebles ayudan, los grandes ventanales también y por supuesto el crema en las paredes. Con todo ello estos días no son tan malos días y al menos sirven para inyectarnos pequeñas dosis de energía...



Y se me olvidaban las plantas...Ellas si que embellecen los días lluviosos. Mi redonda hiedra trenzada, más verde que nunca, hoy acompañada por una pequeña flor de pensamiento en rosa y lila. Porque aún tengo pensamientos en flor. Increíble, han resistido al frío invierno y ahí siguen embelleciendo las jardineras de las terrazas. De vez en cuando les robo algunas flores para crear pequeños arreglos florales en vasitos de cristal...






En fin preciosas, con velas encendidas, plantas en flor, blancura envolvente y pinceladas en rosas y lila, los días lluviosos y tristes se nos hacen mucho más llevaderos. Por lo menos en mi hogar, una buena manera de hacernos sentir a gusto...


Solo es mediodía, pero a fuera sigue lloviendo con fuerza y al igual que adentro, las plantas con sus colores nos abren el horizonte. Esos claveles rojos con su hiedra, tienen la suficiente fuerza de agrandar mi ventana aportando colorido a toda mi cocina...



Hoy nos quedaremos adentro, se nos han vetado terrazas, jardines y balcones. Sin embargo disfrutaremos igual, por ello somos tan maravillosas que sabemos perfectamente como hacer cálido cualquier espacio que nos rodee. Yo lo tengo claro...

Mi cálida cocina...


Flores de pensamiento...



Phalaenosis en flor...

Piezas con rosas pintadas...


Verde hiedra...

Angelitos mágicos en forma de colgadores...

Y velas encendidas...
Con todo ello, solo me queda desearos un viernes lleno de montones de planes. Porque a pesar del tiempo que nos acompañe este fin de semana, los cumpliremos hasta hacerlos auténtica realidad...

28 de mayo de 2014

Una casa de veraneo en Varsovia


Sois muchas las que en Junio iniciáis por fin las vacaciones veraniegas. Huele a ello, a escapadas soñadas donde relajarse después de un año de ajetreos. Así que yo, ya os empiezo a inspirar, con magníficas casas decoradas con encanto que invitan a permanecer en ellas, no solo unas semanas, sino toda una eternidad...
La de hoy está recreada en un ambiente campestre para las amantes de la montaña, el campo, las flores y el silencio. Sinceramente yo me quedaría con su entrada, un privilegio maravilloso. Es que no invita a entrar, sino a quedarse en el pequeño porche con vistas a los exteriores que no tienen desperdicio. A mi me basta y me sobra con quedarme ahi, cultivando mis plantas al abrigo de los altos árboles que la recorren...

Sin embargo un hogar necesita de interiores, que si tienen el embrujo de sus exteriores, igualmente nos empujan a quedarnos. Esta es una casa blanca en paredes, suelos y muebles. Pero sus propietarios han sabido darle ciertas pinceladas azules en textiles y complementos que le otorgan cierto aire marinero. Frescura y luminosidad es lo que le sobra. Ganas de abandonarse al no hacer nada, a la quietud y al sosiego. Justo lo que necesitamos para pasar unas estupendas vacaciones...

Y como de campo que es ella, no le faltan ramilletes, posiblemente recolectados del mismo jardín, para inundarlo todo de colorido. En jarrones, en cestas, en botellas, en copas...la sucesión de lavanda se repite una y otra vez para mi deleite, pues no hay nada mejor como las flores silvestres para decorar...

Hasta el hermoso gato subido al alfeizar del ventanal, se integra a la perfección en la espléndida cocina, estancia que en esta casa se erige como mi preferida. Por su blancura, por sus dimensiones y por las plantas bien colocadas que conviven en ella

No hay estancia que no invite a quedarse. Si la cocina sería mi reino, el dormitorio principal me enamora...

Con su ventanita abierta al exterior...los ramilletes en añil y ese corazón que cuelga coqueto deslizándose por las cortinas...


¿Que os parece chicas, si nos la pedimos para una pequeña o larga escapada veraniega?...Sus puertas están abiertas, sus estancias decoradas, sus exteriores preparados...Solo faltamos nosotras, listas y deseando tomarla con cariño...

Adelante, pues...¡Nos mudamos a Varsovia!...