8 de abril de 2014

Dulces de Chapaquiya...

Hoy nuestra ventanita se abre dulce, muy dulce. De la mano nuevamente de una gran mujer. Mi Soraya...Regresa de una nueva boda en su Casablanca natal y es que no para, ella es así, enérgica, llena de vida y detallista cien por cien. Con postres elaborados por las mujeres de su familia llegó el otro día para que los probásemos en casa. Chapaquiyas, que ya todas los conocéis porque os los mostré hace meses. Hoy se añaden a tan deliciosos dulces, otros alargados, elaborados con especies marroquies y almendras. Se parecen a nuestros carquiñolis catalanes, pero nada que ver, ni en sabor ni en aroma...Así que llevamos días saboreando con el café tan deliciosas pastas, ya solo quedan las que veis, y mucho queda, porque están realmente para chuparse los dedos...




Pero ante tal detalle llegado de tierras tan lejanas, no puedo por menos de colocarlas tal y como se merecen. Acompañadas por delicadas tazas, regalo de mi madre. Vajilla de porcelana, ribeteada en dorado y con finas letras en su interior...



Plantitas de azulada lavanda...



Manteles individuales en tonos igualmente azules rematados en flecos y acompañados por cojines con motivos florales muy de la tierra de Soraya...


Y para colocar los dulces...Platos en la misma linea que todo lo demás. Con esas flores azulonas y ese ribete tan y tan añil...

Después solo resta deleitarse con la miel, el sésamo, las almendras y esa masa que lo acompaña y que hace que se derritan suavemente en nuestras bocas...



¡Madre mía!, con esta mujer es imposible no pecar. Hasta nuestra Yaiza se las mira en la lejanía porque sabe que tiene prohibido acercarse a ellos, se conforma con el aroma que desprende tan irresistible bandeja...



Mesa hoy, perfectamente colocada, tal vez para acompañarlo todo con un aromático the de tierras marroquíes. O sino con un fuerte café, de esos que tanto gustan a Víctor...


Cambiamos aunque solo sean unas horas, los tonos rosados que siempre acompañan a la decoración de mis mesas, por otros más azulados. Y es que a veces las ocasiones lo requieren. Bastan unas lejanas pastas obsequio de alguien especial para que que todo adquiera matices muy diferentes...





El sol por fin ha conseguido asomarse, le ha costado...Yo creo que ha sido ver los dulces de miel y se ha colado en mi salón. Pues bienvenido seas, ya sabes lo mucho que te queremos por aquí...
Martes...y yo os invito a mi particular mesa, para que saboreemos juntas un tente pie  que hará las delicias de todas y cada una de nosotras...

Dulce día para todasssssssssssssssssssssssssssssss

5 comentarios:

  1. Pues yo he adelantado la hora de la merienda para disfrutar de todo lo que nos has preparado hoy, lo que llegan a saber l@s marroquís de dulces, la chica Fátima que me ayuda en casa es muy joven pero una experta cocinera y repostera no hay nada que se le resista.Y tú Maite que encanto de mesa en azúl nos has preparado las tazas con sus letras un encanto y la manera en que has envuelto las maceta con su lazo rosa otro encanto.Y Yaiza que buena es, como te obedece que solo se conforme con el olorcito.......Hasta mañana.

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  2. Perdon el lazo azúl, azúl solo sueño con el rosa y lo escribo, estoy bastante despitadilla.

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  3. Matile pero que bonito quedo todo y el postre ni se diga, con tus fotos y tu narración casi que los estoy probando, muy bonita tarde que pasaron :) besos

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  4. !Hola Matilde! Soy Sharon, me he paseado por tu blog y me ha encantado. Seguiré visitándolo. Por cierto esos dulces de miel tienen que estar riquíiisimos. Bonito detalle del florerito con las flores de lavanda. Besitos

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  5. Qué merienda más apetecible!!! pena que me pille un poco lejos,pero de forma virtual ya me conformo con probarlos a través de tus fotos y tu relato.
    Me encantaron las tazas con el detalle de las letras dentro.Yo soy mucho de iniciales en los detalles de la casa,me gusta personalizarlos.
    Te sigo en esta maravilla de ventanita.Un abrazo.

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