20 de octubre de 2014

Hoy me despido...

Hoy lunes, me despido de mi blanco suelo, ese que tantas veces se me ha colado en multitud de fotos. El que pusimos nosotros mismos con tanto cariño, imitando los suelos de las casas nórdicas que tanto me enamoraban. Me da cierta pena porque ha pasado junto a nosotros unos cuantos años, ha decorado mi hogar con calidez convirtiéndola en espacios muy personales...


Sin embargo  no ha resultado ser de muy buena calidad y es por eso que nos hemos decidido a cambiarlo por uno escogido de alta gama, durabilidad y sobre todo que no tenga juntas que puedan abrirse...

Del zócalo también me despido, eso si, el nuevo escogido será independientemente del color del suelo, blanco y muy ancho. Eso si que lo tengo claro, me encantan de formas ondeantes, de por lo menos doce centímetros de alto, como los antiguos de las casas indianas que tanto adoro...



Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii chicas, que penita me da...


Lo encuentro tan de mi estilo, tan pensado y querido durante tiempo que ahora se me hace difícil escoger uno que pueda quedar tan sumamente perfecto...



Y nos ha costado decidirnos entre discusiones y muchas pruebas. Empaquetado estaba ayer en el hueco de la escalera, listo para hoy lunes ser colocado por dos instaladores profesionales...


Roble, cálido, una mezcla entre rústico y natural. Al final ganó la opción elegida por Víctor y Celia...


A mi se me iban los ojos nuevamente a blancos y grises, pero bien es cierto que a la larga pasan de moda y estos acabados más naturales siempre están ahí, tasando con cualquier tipo de decoración y de estilo...


Pues bien, mi casa lucía la tarde de ayer domingo como siempre. Serena, ordenada, en calma y con sus detalles tan característicos...
 Relajados en el sofá disfrutando de una buena película...




Pero hoy...Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii estoy de los nervios preciosas. Hasta Yaiza se esconde tras los cristales ante tanto ruido y ajetreo...

Mi casa medio vacía, mitad blanco y mitad roble. Papeles por aquí, tiras de madera por allá, herramientas desplegadas...



Y muebles que se mueven de un lado para otro...

Algo empieza a visualizarse ya, como mi mesa del salón encima del nuevo roble. Aunque no me desagrada tengo que acostumbrarme poquito a poco al nuevo suelo que se va instalando, y ya tengo ganas de que todo finalice, limpiar, colocarlo todo de nuevo y por supuesto, haceros una gran entrada para que apreciéis la nueva transformación... 


Por el momento hoy me siento como el nuevo juguete de Yaiza...Aplastada por completo y con los ojos desencajados como si un camión me hubiera pasado por encima. Desde luego voy a empezar la semana con ajetreo tremendo, un no parar es lo que me espera, pero creo que al final la recompensa será mucho más que inmensa...

Feliz lunes para todas, el mío de estrésssssssss...

Mañana si queréis estáis invitadas nuevamente a mi ajetreado vergel en la ciudad...

8 comentarios:

  1. ¡Tranquilidad elevada al cubo!. Me dan terror las obras en casa, bien es verdad que cuando terminan, merece la pena. Venga, ¡ánimo! y ya tengo ganas de que nos enseñes los camios. Un saludo.

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  2. Las obraa son un horror!!! Pero luego viene la recompensa pues al limpiar y ordenar vas haciendo cambios hasta que todo queda en su lugar y luce precioso con la transformacion. Que bonito te va a quedar!!!! Ya veras!!!
    Besos!!!

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  3. Para lucir hay que sufrir!!
    Pero el resultado sera fantástico y te olvidarás enseguida todo el trajín de estos días
    Un saludo

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  4. ¡Hola guapi! Ohhhhhhhhh qué preciosooooooo .... siiiiiii ........siiiiiiiiiii y siiiiiiiiiii .... me encanta el color roble en suelos .... te lo dije ..... la calidez que da es insuperable ..... tú de los nervios y estresada y yo aquí mordiéndome las uñas de la envidia que me das ajajajaja, eso sí, sana, eh?
    Qué ganitas que nos hagas un reportaje de esos supercompletos a los que nos tienes tan mal acostrumbradas jejejej.
    Y de penita nada de nada mi niña! Si el otro estaba estropeado pues había que cambiarlo y seguro que este es muchísimo más limpio también. Lo dicho, envidiaaaaaa que me das ;) Cariños y hasta mañana

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  5. ¡Oix!
    Entiendo que te entristezca el hecho de cambiar el suelo, puesto que el blanco era precioso pero todo sea por tener un suelo de mejor calidad y además, el que ha elegido Victor no está nada mal :)

    Miriana's World Blog

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  6. Hola majetona,contenta tienes que estar ,te va a quedar chuliiiiiiisimo,ya lo verás.La limpieza y demás como que da respeto pero trabajo que haces, avance seguro y ya está pues todo tiene su recompensa.Espero las siguientes fotos con ganas.
    Un super abrazo y que la fuerza te acompañe,muac muac

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  7. Maite cuando nos dijiste de cambiar el suelo me sorprendió porque yo lo veía tan guapo, pero claro, si dices que no resultó, pues tocaba cambiar. Yo en la playa lo tengo blanco y me encanta, pero en casa no me atreví y lo puse de roble como el tuyo, ya verás que contenta estarás. Yaiza te quiere tanto ni se escabulle de las obras, siempre pegadita a ti.Que todo te sea lo más leve posible.

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  8. ufff que susto me he llevado!!! leí lo de "hoy me despido" y crei que dejabas el blog!! al empezar a leer ya respiré tranquila :)
    Creo que te va a encantar el nuevo suelo, para mi gusto es mucho más cálido que un suelo blanco, hará destacar tus muebles blancos aún más, y las puertas y los arrimaderos, verás que antes de que te des cuenta estarás enamorada de tu suelo nuevo, estoy deseando verlo terminado!!

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