8 de septiembre de 2014

Una sorpresa inesperada

Abrid bien los ojos chicas, por si algún día decidís escaparos a Poo. Justo en su preciosa playa, se alza un magnífico restaurante que no podéis perderos por nada del mundo. "Rocamar" se divisa desde la misma orilla, resguardado entre plantas, con sillas y mesas de madera de teca y con unas vistas con las que gozar mientras degustas cualquiera de sus platos en agradable tertulia...


Nuestro Víctor nos reservó una mesa ubicada en el mejor de los ángulos y nos brindó un arroz con bogavante como regalo de despedida en nuestro último día en tierras asturianas...


Emocionadas llegamos hasta ella, con los ojos bien abiertos, pues todo a nuestro alrededor era mucho más que idílico...


Ramillete de florecillas adornando la mesa, pizarra con el nombre de Víctor, plantas rodeámdonos y como fondo las aguas tranquilas y transparentes de la pequeña playa...Ya sabéis lo que adoro los detalles, no se me escapan y cuando me los brindan de esta manera tengo que fotografiarlos para que jamás lleguen a olvidarse...

No falto la riquísima sidrina, las tenazas preparadas para el rico bogavante...


Y esa especial vajilla de porcelana con corona incluida para mi deleite...


Justo a mi lado agapantos azules recién florecidos. Por allí ahora es su tiempo y se encuentran luciendo en cualquier espacio verde...


Víctor nos sirvió la sidra, ya ha cogido él la técnica perfecta para servirla, desde lo alto y a poquito para así poder saborearla como tiene que ser...

La espera del arroz se hace corta porque tienes tanto alrededor en lo que perder la vista que el tiempo se pasa casi sin darnos cuenta...

El mar te hace compañía, los geranios rojos, la brisa cálida, las verdes montañas, el cielo con infinitas nubes...



Y después llega el aroma del arroz con bogavante...

Con ese colorcillo que te abre los sentidos...

Y entonces paramos de hablar y de admirar, concentrados tan solo en degustar lo que tenemos por delante...

Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii preciosas hay restaurantes que lo tiene todo porque unido al entorno y la buena cocina de la que disponen, se añade la atención perfecta que recibes. Esa calidez en todo momento que te hace sentir princesa por un día...


Si algún vez decidís perderos por allí no dudéis en pediros de postre su espectacular tarta de queso. No tiene comparación a ninguna de las que he probado. Te la sirven en un vasito muy curioso con frase incluida que va girando mientras la lees. "Al final lo que cuenta no son los años de vida, sino la vida de los años"...pude leer mientras la saboreaba y ya fue la guinda perfecta de un día perfecto...




Y como buenos cafeteros que somos, no pudimos dar por terminada la comida sin ese café delicioso que culmina cualquier especial momento. Sin prisas porque de allí no nos hubiéramos marchado prolongando nuestro último día hasta más allá del infinito...







Hoy dedico mi entrada a Marta Lladó, quien en estos momentos viaja a esa maravillosa tierra. Y te digo preciosa, que este restaurante es parada obligada para vosotros, escoged una mesa en primera fila, pedid aquello que deseéis, disfrutad de las vistas que os ofrece el entorno y dejaros llevar...

La playa de Poo y "Rocamar" merecen la pena...

A todas vosotras y a Marta en especial por lo maravilloso que le espera...
                                                  ¡Felicísimo lunes!

4 comentarios:

  1. que preciosidad de sitio!! y el arroz no podía tener mejor pinta, pero como bien has dicho, la guiinda ha sido ese vasito del postre, Maite gracias por descubrirnos este sitio, me lo apunto para cuando nos escapemos a Asturias

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  2. ¡Hola! Guauuuuuuu precioso lugar y preciosas fotos .... qué maravilla de entorno, no falta nada, verde, mar ..... y tú guapísima. Cariños y aprovecho ya que le dedicas la entrada a Marta para mandarle un besito. Muakkkkkkk

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  3. Me lo guardo para cuando vaya yo me ha encantado!!!!

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