3 de mayo de 2014

Noche de velas e infusiones...

La de ayer fue una noche de velas e infusiones...Nos apetecía saborear una taza con mezcla de hinojo, anís verde, manzanilla y Maria Luisa. Manos a la obra que me puse y en unos minutos la infusión estaba lista y humeante...






De la cocina al salón, que previamente inundé de velas encendidas bajo la luz de lámparas y mi especial árbol brillante. No hay nada como al llegar el final de la semana, cuando por fin nos relajamos pensando en el nuevo fin de semana que se nos presenta, preparar la estancia más vivida de la casa con la magia y el aroma de velas perfumadas...

Y no solo en consolas y mesitas, sino también...



 Extenderlas a la pequeña chimenea. Al llegar esta estación, cambiamos el sutil fuego por grandes velones que la iluminen, dando la sensación que éste se prolongue por más tiempo...




Ummmmmmmmmm, como me gusta el ambiente que se recrea en su interior. Los claros oscuros que se dibujan en las paredes de ladrillos, a mi me llegan a hipnotizar y no puedo dejar de mirar el pequeño rincón...

Como también me enamoran los destellos que sobresalen del portavelas en forma de corona, círculos mágicos que parecen posarse sobre la repisa de la chimenea...

Y afuera en la pequeña terraza la noche avanza lenta y oscura. Aunque con todas esas flores rosadas dispersas aquí y allí, parece pleno atardecer. Hay que ver como iluminan las plantas, con ellas todo adquiere alegría y viveza sea cual sea la hora del día...

Lo mejor de todo es que se prolonga hasta el interior haciendo que salón y terraza se fundan en una única estancia de la que poder disfrutar...



Mientras tanto las infusiones siguen ahí esperando saborearlas. Pero necesitan diez minutos para reposar y que estén verdaderamente irresistibles...Así que esperaremos...






Y mientras tanto, Celia os muestra lo precioso que está su bonsai, como se ha repoblado de verdes hojas y los dos pequeños cactus que ha comprado para trasplantar a su gran vasija. Como veis sigue con su gran pasión jardinera...


Como no, no podía faltar nuestra Yaiza, que olisquea las infusiones, aunque sin moverse de su ya habitual manta de pelo...

Aguantando las trastadas que le hace Celia y que paciencia tiene la pobre


Viernes de ayer, repleto de velones, portavelas, chimenea iluminada y árbol de la luz...


Exteriores que anochecen y en mi recién estrenada mesita una plateada bandeja con infusiones relajantes...Los viernes son viernes, quizás uno de los mejores día de toda la semana porque nos anuncia un fin de semana de descanso y relax. Por ello lo preparamos con cariño alargándolo hasta la hora que nos apetezca, sin pensar que mañana tocan prisas y madrugones tempraneros...


Y yo aquí, nerviosa que estoy, pensando ya en el especial día de mañana, como una niña espero los besos, arrumacos y regalitos que seguro me deparan...Así que seguro abriré con más energía que nunca mi particular ventanita para desearos a todas un maravilloso día de la madre...
¡Feliz sábado para todassssssssssssssss!


2 comentarios:

  1. Que encanto todo lo que nos muestras.A sí que Celia le hace trastadas a Yaiza y ella tan paciente y tan bonita en su mantita. La infusión debe de estar muy buena yo por costumbre no me muevo de mi té con canela. Tienes un entorno maravilloso, lo que me gusta entrar en tú casa.Feliz día de la madre.

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  2. Olá Matilda, fotos lindas adoro ver a sua casa, é muito linda, suas plantas estão lindas, adorei a lareira com velas, fica um charme e um aconchego. Um bj no seu coração.

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