7 de mayo de 2014

Mi cojín de mariposa

Aquí lo tenéis, mi nuevo cojín y segundo regalo de Celia este domingo. Están de moda las mariposas, ellas tan delicadas y voladoras quedan plasmadas en vajillas, cuadros, maceteros, papeles pintados y, como no, en maravillosos cojines como el mio...
Así me lo entregó perfectamente envuelto y yo no tardé ni dos segundos en abrirlo nerviosa y emocionada...


Después ella me lo colocó junto a la gran hortensia y dentro de la cunita de hierro decapada. Creo que tiene dotes como su madre para la decoración. Además de tener muchísimo gusto, sabe ubicar los complementos para que queden geniales...


Que deciros de la maravilla del nuevo cojín. Pues que tiene un tejido brillante que me encanta. Yo diría que satinado. En ese tono gris perla que tasa en mi hogar con todo lo demás. Después esa gran mariposa que parece casi real, tanto, que hasta a nuestra Yaiza parece darle miedo

Hasta lunares tiene en color anaranjado con sus rayas y semisombras...



Con un ribeteado en cinta negra que parece estar pidiendo a gritos ser colocado con los demás cojines en el amplio sofá...

Acompañando al pequeñito de finas lentejuelas en negro, a los de pelo en tonos crudos y al cuadrado con escamas de flor...

Ummmmmmmmmmm, no sería mala idea dejarlo en este lado del salón, luciendo junto a los grandes ventanales y la rosada orquídea...



Pero parece que a Yaiza no acaba de gustarle. Así que lo traslado hasta...


Mi romántica habitación...

Sobre la gran cama de hierro...

Preciosoooooooooooooooooooo. Los tejidos y tonos se acompasan una vez más. Blanco, beig, grises y pequeñas pinceladas de negro...

El nuevo cojín con ese brillo tan especial, le da un cierto aire de elegancia y fineza. Vamos, que parece estar hecho para permanecer por siempre en mi especial dormitorio...



Pero yo soy de las que piensan que cuando alguien te regala algo con especial mimo y te lo coloca para sorprenderte en un lugar especial, éste debe permanecer ahí. Y mi princesa lo introdujo dentro de la cuna, la que sirve a veces de revistero y otras de macetero. Hoy acoge un nuevo complemento muy especial, mi nuevo cojín ...



Y ¿sabéis qué?...Nada más entrar por la puerta de la calle, se divisa la gran mariposa, brillante y maravillosa. Este es su lugar, no podría ser otro. Porque cuando la miro, no puedo dejar de pensar en el maravilloso regalo que Celia supo escoger con tanto acierto...





Mariposas que despliego por mi blog al ritmo de la música de fondo...
Mariposas traducidas en un sencillo complemento...
¿Serán las últimas?...

Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii creo que acabo de hacerme adicta a ellas...


¡Feliz día de miércoles para todassssssssssssssssssssssss!


1 comentario:

  1. Queda estupendo donde te lo puso Celia y donde tú lo mantienes, y eso que en todos los sitios te queda tan bién, tan acorde con tus colores,gris, plateado, Celia es una artista, que a sus trece años tenga este gusto
    Y la maceta-mariposa espero que nos cuentes su historia,, es verdad que este año por todos los sitios se ven las mariposas, a mí hasta ahora no me habían gustado especialmente en decoración, pero ya sabes que cambiamos y basta verlo en tú casa para que me guste. En Maisons du Monde hay toda una colección de ellas.Ah y Jaiza espero que se famirialice con el nuevo habitante, si que se la mira un tanto desconfiada.Hasta mañana.

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