Crasas de la Provenza...

Buenos días de miércoles chicas, espero que el paseo de ayer por ese encantador pueblecito francés os sentara a todas de maravilla. Hoy prefiero que nos quedemos por mi vergel, como veis el tiempo es algo desapacible y nada mejor que saborear juntas mi pequeño espacio exterior...

A primera hora de esta mañana me he entretenido con tareas jardineras varias y entre ellas en la elaboración de un pequeño centro de crasas muy especial. Más que nada porque son tres suculentas que han viajado conmigo desde la Provenza hasta mi hogar. Si me hubieráis visto paseando por aquellos campos a la caza de alguna plantita que poder coger con cuidado para traerme, os hubierais muerto de la risa. No eran aquellos campos de suculentas, pero con mi olfato jardinero, llegué hasta éstas que ahora lucen trasplantadas en este macetero floral...

Han aguantado perfectamente el viaje, ya sabéis que son especies que no necesitan casi nada, ni raíces, para poder arraigar una vez plantadas...

Fijaros que granatosa roseta tan especial...

Me encantan sus hojitas en forma de corazón, sé que va proliferar de inmediato porque ya empieza a tener ella pequeños brotes en su centro...

Acompañada está de este hijuelo verdísimo...

Y de este otro de hojas más pequeñas...

Un conjunto sencillo de crasas que he querido alegrar con un bonito macetero rosa con enorme flor, una mariposa clavada en la tierra y un cartel en forma de corazón en el que puede leerse..."Je t'aime..."

Sin olvidar esas piedrecitas de río blancas que también quedan en estos especiales centros...

Que ilusión me hace chicas, poder tener un trocito, aunque diminuto, de la verde Provenza...

Siempre que lo mire me hará recordar nuestra escapada por aquellas tierras, además de presumir ante los míos de suculentas totalmente provenzales...

Empiezan a aproximarse nubes muy sospechosas...

Quizás llueva al llegar la tarde y yo encantada de que bajen algo las altas temperaturas y de que mis plantas reciban ese agua tan beneficiosa...

En mi ausencia vacacional, mi vergel ha estado perfectamente cuidado por mi madre y mi cuñado. Ellos se han turnado para regarlo y mantenerlo lo más cuidado posible...

A la vista están las floridas diplademias, los altos coleos rojos...

Las hiedras, las begonias...

Las petunias, las crasas variadas...ninguna se ha secado, ni marchitado...

Precioso está, tal cual lo veis por aquí. Y ahora añado nuevas variedades que añadir traídas de nuestras vacaciones veraniegas...

Ellas van a unirse a otras que también tengo venidas de otros hermosos destinos...

Los claveles del viento de Asturias...

De Cantabria...

Estas otras recogidas en nuestra pasada casita cántabra...

Que he propagado por diversas jardineras...

Y hasta cuento con variedades llegadas desde Galicia, de manos de una querida amiga y seguidora muy especial...

Y que he conseguido enraizar sin apenas esfuerzo...

Uiiiiiiiiiiiii chicas empiezan a caer grandes gotas de lluvia y a levantarse un aire amenazando tormenta, me voy para adentro, no sin antes despedirme de todas mis mujeres...

Aunque creo que los encargados hoy de hacerlo son mis cariñosos peludos que se han puesto delante de la cámara. Fíjaros lo bonitos que están, con esas caritas dulces con las que siempre consiguen hacernos sonreír...

 Pues nada vergelianas, Yaiza y Troll, os desean un miércoles maravilloso y si es con ligera lluvia refrescante, mejor que mejor...

Os anuncio a todas, que mañana entraré nuevamente por aquí para enseñaros con detalle la gite o casita provenzal disfrutada en estas vacaciones. Adelantaros que es totalmente, vergeliana, romántica, campestre y repleta de detalles encantadores...
¿Os la vais a perder?...
¡Feliz miércoles!