Caminando, el día de hoy gris y frío, con mi cámara en mano para llevaros hasta ese pequeño campo donde ayer descubrí los preciosos bulbos de iris...Me costó reconocerlos entre tanta hierba, los visualicé a lo lejos, como pequeñas cabecitas que me miraban, se alzaban diminutos con ese bello color resaltando entre todo lo demás. Y me quedé prendada, de como en plena naturaleza podían haber germinado tan bellas cebollas. Quizás alguien en su día las tiró y allí se quedaron hasta que poco a poco fueron echando sus finas raíces...
Y llega una amante como yo de las plantas y me aprovecho de tanta belleza. Con su permiso le robo unos cuantos tallos, tiene tantos a punto de florecer que creo que no le importará...
Enormes hojas verdes despuntan sobre el campo. No os quiero ni contar el bello paisaje que se creará cuando todos los bulbos estén en flor. Y allí estaré yo de nuevo paseando para poder admirarlo todo...
Con mis nuevos bulbos en la mano, sigo caminando, rodeándome de pinos y almendros que han dado paso a las hojas, hasta llegar a mi fuente, la que ya todas conocéis...
Después enfoco la cámara hacia la gran maravilla. Uauuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu, impresionante...De esa enredadera de flores de glicina es de donde corte el otro día el pequeño ramillete.
En general está todavía bastante despoblada, aún le quedan semanas para llenar toda la celosía que la conforma. Pero es en uno de los extremos donde se produce una total explosión de color. Ahí la floración se ha adelantado a todo lo demás...
Y me recreo con las fotos, con la dulce caída de los racimos...
Con el colorido exultante en lila...
Con el arco maravilloso que se dibuja a lo lejos...
Y con la estampa que forma toda ella alrededor de los altos plataneros aún en rama y que parecen mirarla con envidia...
Y sigo caminando a lo largo de la avenida que forma mi barrio. Ese barrio reseguido por árboles centenarios...
Tras de si, casitas antiguas, cada una de diferente color, con sus pequeños jardines repletos de limoneros, geranios y florecillas. Como me gustan los alrededores de mi ciudad, esa mezcla de antaño, parques floridos y naturaleza abierta...
Llego a casa. Ramo de iris en mano, orgullosa. Para desplegar los ramilletes aquí y allí...
En la chimenea, dentro de la copa de cristal...
En mi dormitorio, haciendo juego con los colores de los textiles...
Resaltando sobre el empapelado floral...
Y sumergido en un jarrón de cristal...
Introduzco otro en la botella verde de cristal en la repisa de la entrada...
Y las restantes sobre la mesa del salón y dentro de jarroncitos craquelados en plata...
Perooooooooooooooo, tal belleza se tiene que inmortalizar chicas. Y me he traído también cebollas con raíces que pienso plantar en macetas para, si germinan bien, tener bulbos de iris por tiempo
Ajá, plantados están ya en mi terraza. No sé si llegarán a florecer, pero tengo que intentarlo. Me puede la curiosidad jardinera...
Preciosas esas largas hojas verdes que se funden con las flores de pensamientos y con la bonita piedra del reloj solar...
Crucemos los dedos y si me llegan a florecer será todo un gran experimento. Que maravilla traerme a casa cebollas de iris salvajes, recogidos en pleno campo. Replantarlos en mi vergel y presumir de flores. No solo de las colocadas en jarrones y botellas, sino también de los que por ahora permanecen sumergidos en la tierra...
Hoy me siento satisfecha con este miércoles totalmente productivo. Poder exprimir al máximo todo aquello que nos apasiona es todo un placer. ¿No creéis?...
Que el día os llene a todas de todo lo mejor...
A que son bonitos esos iris de color lila, a mi me vuelven loquita :) , una vez intente coger algunos, pero no me duraron apenas nada. Ya nos contaras si esas cebollas sobreviven en maceta, verdad???
ResponderEliminarBesote!!!
Que maravilla de blog, que fotos nos has hecho de la glicinia,ohhhhhh Maite que suerte empezar el día así con Yaiza y paseando por esos lugares tan románticos. Las casitas sencillas pero con su jardincillo delantero y seguro que atrás tienen un patio arreglado y lleno de flores.Y los iris encontrarlos así como en un zarzal, lleno de hierbas secas y que broten así. Yo creo que este año no lo sé, pero el año que viene en tu terraza tendrás iris, eso seguro.Y dentro en sus jarrones , sí uno es lindo el otro igual o más. Cuando empaletasteis con ese papel fuisteis atrevidos, pero no me imagino vuestra casa sin ese papel plateado, señorial, elegante. Y la fuente tan romántica con sus surtidores, no sabes como me ha gustado, eso que he llegado tarde, pero derecha a lo que me gusta.
ResponderEliminar