El cuadro recuperado

Buenos días de lunes chicas. Fijaros con lo que me he topado hoy ordenando el gran armario del despacho. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiii que preciosa joya olvidada de mi antiguo piso. Ha sido verlo y hasta me he emocionado. Que recuerdos me han venido de cuando lucía colgado en el comedor de estilo colonial. Menudo cariño le tenía, encajaba a la perfección con el estilo creado para aquella casa. Pero lo recupero, lo saco, lo limpio y me lo llevo hasta la cocina. Creo que allí quedará genial...

Es un cuadro de forma alargada, emulando tablones de antigua madera. Sobre él hay pintados decantadores de vino, que no son otra cosa que preciosas botellas de cristal numeradas. En uno de los lados puede apreciarse el nombre de cada botella y en el fondo, un nombre..."Baron de L"...

Y lo cuelgo junto a la pequeña estantería. Los tonos no son de los que suelen predominar en mi hogar, pero creo que queda genial, le da un aire de antaño que me encanta. Si lo miramos detenidamente es como si las botellas fueran reales y que pudiéramos alargar la mano para cogerlas sin problemas...

Después esos tonos marrones del nuevo cuadro recuperado se mezclan con los rosas y granates de los textiles. Con las flores y plantas que lo rodean y a través de la lámpara de cristales...Y me fascina porque emana de él una magia muy especial y sé que creará nuevas vibraciones en su nuevo lugar, las mismas buenas que nos transmitía en nuestra antigua vivienda. Hasta el blanco pajarito parece alegrarse del nuevo objeto que decora la amplia cocina...

Ummmmmmmmmmmm, me encanta recuperar objetos ya olvidados y darles nuevos usos y ubicaciones. Como también me encanta y, lo sabéis, recopilar ramas florecidas de mis largos paseos...

¿Os suena esta que acompaña hoy al cuadro de decantadores de vino?...La recogí junto a Celia caminando por el parque. ¿No es sencillamente preciosa?...

Mañana os cuento...

¡Feliz primer lunes de Marzo para todas!