En el bebedero de pájaros...

Pero que perfecto día soleado y caluroso nos estamos regalando hoy, nada mejor para iniciar esta nueva semana y dar los buenos días  al lunes recién estrenado. Yo por mi parte, me subo a mi vergel dispuesta a trasplantar suculentas dentro del bebedero de pájaros, ese macetero de piedra gris que albergaba flores secas recogidas aquí y allí. Pues bien ha llegado el momento de plantarle algo de verde para que así luzca más primaveral en mi cocina...

 Monísimo es y mucho. Pequeñito y diferente a todos los que tengo...

 Aquí os presento a mis dos crasas compradas en "Pasi", un centro de jardinería ubicado en Mataró. Antes se hacía llamar "Jardiland", pero hace meses cambió su nombre por este nuevo y he de deciros que ahora tiene cosas más bonitas y mucho más asequibles a nuestro bolsillo...

 Las nuevas suculentas son preciosas, una en tonos marrones y la otra mucho más verde. Me encanta la combinación de estas dos tonalidades en plantas, el contraste de una con la otra le aporta matices muy variegados...

 Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii preciosas, ahora al tenerlas a las dos junto al bebedero de pájaros me doy cuenta que me va a ser imposible trasplantarlas las dos a dentro. No caben, quedarían muy apretadas y me interesa que tengan espacio para así desarrollarse y crecer...

 He de escoger una para ubicarla en su interior...

 Pero me gustan las dos...

 Mientras lo decido, preparo el macetero quitándole los pajaritos de piedra...

 Y rellenándolo con abundante tierra. Finalmente escogo la crasa de tonos marrones, la que forma una gran flor abierta con sus puntas en verde fuerte...

 Pero no me voy a quedar con las ganas de la otra. Así que le robo dos pequeños brotes que le colgaban y los plantó en los extremos del bebedero...

 Ya está chicas, mi macetero luciendo con esas monísimas plantas que aunque ahora se ven pequeñas, de aquí a pocas semanas se poblarán de muchas más suculentas...

 Ummmmmmmmmmm como me gusta el conjunto...

 De cerca...

 Y a lo lejos...

 Con esos dos pajaritos posados en el borde...

 Y ese contraste del gris de la piedra y el verde de las plantas...

 Después le aporto mi detalle, esos carteles de madera en los que escribo el nombre de las plantas para que nadie tenga dudas de que se trata de maravillosas crasas...

 ¿Y qué hago con la otra planta?...

 Pues después de rellenarla con más nueva tierra, la introduzco dentro de otro macetero redondo con estrellas caladas...

 Madre mía. como está mi mesa de madera, repleta de especies de primavera luciendo maravillosas...

 Pero el bebedero de pájaros tiene su lugar en mi soleada cocina. Me lo bajo y lo coloco sobre el mármol, hoy mientras cocino rica pasta fresca rellena de setas para los míos, los ojos se me irán hacia mis nuevas suculentas...

 Ya os hablaré yo un día de lo delicioso de estos redonditos rellenos, comprados en una exclusiva tienda en mi ciudad y su sencilla forma de aderezarlos. Para chuparse los dedossssssssssssssssssss...

 Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii es que ya se me hace la boca agua solo de mirarlos...

Pero hoy lo que toca es nueva forma de plantar crasas y reproducirlas. Escoger un envase diferente y original para que con todo se convierta en el centro de cualquier rincón...

 El mío ya lo es, en pleno centro de mi cocina...

Nueva semana que empieza a rodar, nuevos retos en este vergel, nuevas inspiraciones primaverales y muchísimas ganas de compartir todo ello con todas vosotras, mis especiales mujeres que me visitáis a diario...¿Que haría yo sin vosotras?... 

¡Besazos apretaos de lunes!...