Un cuadro, mil rincones...

 Ayer recuperé un cuadro del cuarto trastero que según Marta guarda montones de tesoros. Pues bien en mis manos tengo ese cuadro escondido detrás de la gran estantería que perteneció a nuestro primer apartamento. Lleno de colorido gracias a las tres enormes rosas que lo conforman, abiertas y florecidas en todo su esplendor. Lo saco de la pequeña habitación, voy a planear en que rincón colocarlo. ¿Me ayudáis preciosas?...

 En la habitación de Celia imposible, no quiere tonos rosa en ninguna de sus paredes...

 Con lo perfecto que le quedaría rompiendo la monotonía de grises y negros...Pero va a ser que no...

Lo saco al exterior, ¿por qué no?...Los cuadros también pueden vestir las paredes de las terrazas...

 Ummmmmmmmm, no está mal. Rodeado de plantas verdes y flores, le aporta un  cierto aire muy especial...

 Me gusta, pero quizás espere a colocar ese ansiado porche de madera que además de proteger mis textiles y muebles también conserve cuadros como este...

Me lo vuelvo a llevar a mis interiores, en el rincón de la mesa de jardinería...

 Colgado entre más cuadros recuerdo de nuestros viajes y junto a las pantallas rosadas...

 Perfecta combinación, cuanta luminosidad le aporta el nuevo cuadro a las maderas de teca, oscuras y apagadas...

 Voy a bajármelo a la planta de abajo haber que tal tasa por allí...

 Lo desplazo hasta el rincón del pasillo...

 Los cuadros también pueden apoyarse en paredes, tal cual lo veis ahora...

 Entre uno de mis maniquíes, velas y vasitos de cristal. Como fondo, el floral empapelado, que aún siendo de tonos diferentes al cuadro, no le queda del todo mal...

 Lo desplazo aún más, hasta meterlo en mi habitación. Continúa apoyado en la pared de la cómoda esta vez entre portavelas estampados en los mismos tonos rosas...

 Ummmmmmmmmm, totalmente romántico y delicado...

 Resaltando sobre textiles en grises y el blanco de mis muebles...

 ¿Y si me atrevo a colgarlo en el cuarto de baño?. A mi me encantan los cuadros en esta estancia...

 En este espacio conjunta con la percha de flores y se integra con viveza en una de las habitaciones de nuestras casas que muchas veces solemos olvidar de decorar...

 Pero creo chicas y ya me diréis, que su lugar ideal es en plena cocina...

 Colgado con lazada incluida para dotarlo de más protagonismo...

 Resaltando sobre tanto blanco que lo envuelve...

 Y por supuesto integrándose junto a mis plantas y flores...

 Si, lo mantendré aquí a la espera de vuestras sugerencias. Me gusta el encanto que le aporta y disfrutaremos de él en todas nuestras comidas diarias. Con semejantes rosas llenas de color quien no se recarga de total energía...

 Pues ya veis vergelianas mías, un cuadro recuperado de hace años que viaja de arriba a abajo, del exterior al interior, complementándose con flores varias, muebles blancos, otros más oscuros, se cuelga con sutileza o simplemente se apoya en cualquiera de mis rincones...

 Y si aproximo mi cámara es como si realmente hubiese plantado rosas preciosas, en las mismísimas paredes...

¿No os parece un privilegio reencontrarse con antiguos objetos ya olvidados para darles nuevos y especiales usos?...Desde luego yo disfruto como una loca...

Mañana jueves, víspera de fiesta, esta semana es más corta y se inicia un largo puente en el que a las mamis nos espera una dulce celebración. Pero antes volveré a pasar por mi mercado de flores, seguro que me topo con una maravillosa planta que traerme a mi vergel...
¿Nos reencontramos mañana?...¡Feliz miércoles para todasssssssssssssssssssssss!