Nuevamente Collioure...

Hoy nuestra Celia ha venido contentísima del instituto, para final de curso se van todos al precioso pueblo francés de Collioure, coincidencia pues la familia estuvimos allí esta Semana Santa. Entonces me he acordado que aún tenía hermosas fotos de nuestra salida sin enseñaros, en el tintero se habían quedado, esperando a ser disfrutadas por todas vosotras. Que os parece si hoy nos volvemos a pasear por tan delicioso paraje, pero esta vez cambiamos el mar por sus estrechas calles, la fina arena por tiendecitas perdidas y ya de paso nos tomamos un cafecito escuchando música de cámara. Ala chicas, ya tenemos plan para la sobremesa de este martes soleado...

Es un pueblo tan encantador que hasta cuidan a la perfección las fachadas de sus casas...

Como ésta que nos enamoró por sus jardineras colgando, su gran casita de pájaros, sus visillos con borlones y ese color, tan y tan, maravilloso...

Recorrer sus estrechas callejuelas es todo placer por el colorido que las inunda...

En cada rincón se descubre una encantadora tienda cuidada y mimada con total cariño...

Cerámicas típicas de brillantes colores expuestas para tentarnos...

Bonsais con enormes hojas verdes que me hubiera traído a casa...

Me conformé con una foto junto a ellos, al lado del antiguo carro de hierro y madera que pura coincidencia era del mismo tono que mi camisa...

A cada paso tropiezas con marineros cuadros pintados a mano pues Collioure es pueblo de grandes pintores...

A medio camino un delicioso café a pie de playa, delante de la torre de la iglesia que ya marcaba la hora ideal para sentarse y descansar...

Frente a nosotros un paisaje de ensueño y de fondo música de cámara anunciando la Semana Santa y la procesión que al atardecer recorrería todo el pueblo...

Pura relajación...

Después retomamos el paseo adentrándonos de nuevo en las calles empedradas...

Y es entonces cuando nos damos cuenta que habitantes de Collioure están decorando con ramas y flores la calles por donde pasará la procesión religiosa...

Palmas a modo de arcos alrededor de las ventanas...

Imágenes sagradas como fondo...

Claveles, margaritas y liliums en vivos rojos tras las rejas...

Ramas de verde olivo recorriendo las puertas...

Coronas de florecillas colgando...

Balcones decorados para la ocasión con figuras religiosas, jarrones con ramas y flores secas, coronas colgando y manteles de delicado encaje...

Era un espectáculo floral allá donde se mirase, había flores y ramos secos por todas partes alegrando el paseo con todo su colorido...

Pero yo creo que independientemente de la Semana Santa, Collioure es así. Gusta de vestir sus calles, balcones, puertas, tiendas, resturantes y casas como presumiendo de darle un encanto maravilloso que ya quisiéramos nosotros trasladar a nuestras ciudades. Fijaros en esta callecita repleta de plantas colgando en sus fachadas, de mesas y sillas de hierro a pie de las puertas o los ángulos que aguantan macetas con plantas colgantes...

No hay habitante, creo yo, que no tenga en su entrada una bonita enredadera...

Florecillas hermosas...

O simples suculentas asomando por sus ventanas...Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, ¿no os gustaría a todas pasearos por vuestros pueblos y toparos con semejante verdor cuidado?...

Y antes de la procesión esperada nos acercamos hasta el cementerio del pueblo para admirar la tumba de tan grandísimo poeta español de la llamada generación del 98, nuestro Antonio Machado. Cuidada, como no podría ser de otra manera, con sus velas, sus flores, sus cuadros traídos desde puntos lejanos, sus piedrecillas esparcidas y esos mensajes escritos y dejados en semejante altar...

A los pies una placa con preciosas palabras del mismo poeta...

Y colocada en medio de todo, una piedra de río escrita con una frase que se me ha quedado grabada...
"Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar y lo mejor de todo, despertar"...
Cuanta verdad encierra...

                                           

Después de tan delicioso recorrido solo me queda deciros que si decidís un día ir a conocer este pueblo marinero francés, no dudéis en hacerlo en plena Semana Santa, yo creo que si él ya es bello de por si, en estas fechas se torna mucho más impresionante... 

Con vistas al atardecer del impresionante castillo de Collioure...

Feliz tarde de martes, espero que nuestro paseo os haya relajado por completo...