Regando...

Buenos días de soleado jueves guapísimas...Ayer no pude asomarme por aquí, problemas informáticos que por fin se han solucionado, así que hoy os muestro una gran entrada con mi regadera de zinc en mano, dispuesta a aportar agua a mis plantas de interior que con tanto mimo cuido. Agua del grifo que es con la que siempre las he regado y aquí las tenéis preciosas y floreciendo, para que luego digan...

Empiezo por la cocina donde conviven hiedras, orquídeas, cactus navideños, ardisia y una pequeña ponsetia que aún luce con sus hojas navideñas...

Las riego ahora con más frecuencia que antes. Las temperaturas han subido en estos días y necesitan un poquito más de agua...

Aiiiiiiiiiiiiiiiiii, como me gusta verlas despertar por estas fechas de su letargo invernal...

Corro ligeramente la cortina para que reciban un poco de ese solecito que las vitamina de maravilla y abandono la cocina...

Para dirigirme al salón. Allí se reparten nuevas orquídeas, una gran zamioculca...

Mi pequeña flor de Pascua con hojas rosadas...

Bulbos de temporada...

Y mi preciosa amarilis que aunque ha perdido sus grandes flores, ahí luce con esas largas hojas verdes naturales y el tallo rosado de tela que yo le coloqué. Más adelante os explicaré un día que hacer con los bulbos una vez terminada su floración. Ni se os ocurra tirarlos chicas...

Subo aquí también las cortinas bien hacia arriba para que entre toda la claridad posible y las inunde de luminosidad...

Abandono el salón...

Y me planto en el despacho. Aquí no se escapan las plantas y vuelven a verse orquídeas floreciendo, cactus, un enorme potos verde y un pequeño bonsai, propiedad de Celia...

También les aporto una buena dosis de agua. No debemos olvidarnos de regar los cactus, ellos aunque con menos frecuencia también necesitan de pequeños riegos...
Abandono el despacho...

Y entro en mi particular reino. Allí es donde quizás tenga menos plantas...

Riego mis fitonias...

Y algunos bulbos en macetas que están a punto de marchitar...

Abandono mi habitación...

Y me dispongo a subir con mi bonita regadera a la planta de arriba. Al pasar por la entrada me sonrío porque las plantas que allí viven no necesitan riegos. Como el ramillete de eucalipto que estoy dejando secar y la gran flor de tela que sobresale del jarrón plateado...

Tiene sus ventajas chicas tener este tipo de plantas artificiales. Te olvidas de ellas y siempre están preciosas...

Sin embargo yo prefiero las auténticas, las que necesitan cuidados, podas, riegos, abonos...Como las muchas que tengo en este pequeño rincón, mi rincón jardinero...En él aúno orquídeas, cactus varios, fitonias, cañas de bambú...

Y esa gran caja de madera repleta de hiedras, anthuriums y palmeras que riego en abundancia...

Sin olvidarme de mi planta del amor que he conservado todo este invierno en el interior para después sacar brotes de ella y plantarlos en mis exteriores y es que es una variedad que me encantaaaaaaaaaaaaaa...Abandono mi rincón...

Y paso al lavabo de Celia. Gracias a la luz que lo inunda se ha desarrollado en él esta variedad de orquídea...

A la que ya le empiezan a brotar enormes capullos que darán paso en unos días a preciosas flores blancas. La riego con mucho amor...

Y esparzo también algo de agua, no mucha, a las variadas fitonias plantadas dentro de un bonito cubo de zinc...Abandono el pasillo...

Para irrumpir en la habitación cosmopolita de Celia, la que ella decoró con sumo gusto. Allí ella ha querido tener alguna que otra crasa y cactus en pequeñas macetas...Los riego...

Y abandono el particular reino de mi princesa...

Antes de volverme a bajar, salgo al gran vergel. Él también necesita riegos más abundantes con el solecito de estos días, pero tendrá que esperarse a mañana. Por hoy ya he invertido casi una hora en mimar mi vergel interior. Es lo que tenemos las amantes jardineras, más trabajo que añadir a nuestras muchas tareas diarias, pero no nos importa si después recibimos enormes recompensas al ver nuestros vergeles frondosos y coloridos...¿A qué si preciosas?...

Como me gusta esta estación de Marzo y más cuando nos acompaña tiempo primaveral. Solo saber que puedo disfrutar más horas de mis exteriores me hace sentir como en el mismísimo paraíso...

Hoy me quedé sin mercado semanal de flores, pero ha cambio os deleito con mis tulipanes plantados hace casi seis meses y que han empezado a florecer sorprendiéndome esta misma mañana. ¿No son realmente preciosos?, ¿de qué color asoman?...

 Amarillos, naranjas, rosados, rojos...

Para vosotras van como especial regalo...
¡Feliz día de jueves para todassssssssssssssssssssssssssssssssss!