Repintando cositas...

 Hola preciosas, ayer no asomé por aquí, pero hay una razón...estuve emergida entre brochas, pintura blanca y cositas que repintar. Creo que no soy la única vergeliana que está en ello, me consta que muchas de vosotras ya estáis en plena faena de acondicionar exteriores para empezar a disfrutarlos. Entre tareas varias se encuentra el embellecer o transformar con una simple mano de pintura todo aquello deteriorado o que simplemente su color no acaba de gustarnos. Este fin de semana mirando mi pequeño invernadero de hierro me doy cuenta de que está amarillo. ¿Era así su tono cuando me lo regalaron mis amigas del trabajo hace ya varios años, o es que con el paso del tiempo adquiere ese color?...No lo sé chicas, pero necesitaba urgente una nueva mano de pintura y a ello me dediqué en el día de ayer...

 Muchas de vosotras pensaréis que visto así tiene un bonito color...

 Sin embargo luce sin brillo, con falta de luminosidad y como si fuera realmente muy viejo...

 Lo cojo sin dudarlo y me lo subo al vergel...

 Voy a repintarlo...

 Primero de todo lo limpio en profundidad y le saco todos los cristales con sumo cuidado...

 Fijaros que hasta óxido tiene en su base...

 Y lo pinto con esa milagrosa pintura blanca que todo lo tapa y que se aplica con suma facilidad. Nada más empezar ya se aprecia la gran diferencia con tan solo dos pasadas de brocha...

 Blanco brillante a un lado y amarillo al otro...

 Después de casi toda la mañana brochazo va y brochazo viene ya lo tengo terminado por completo...

 ¿Qué os parece vergelianas?...

 Ahora si que si. Parece nuevo, recién comprado...

 Hasta las múltiples florecillas que lo recorren parecen haber cogido vida...

 Ha sido tarea laboriosa con tantos recovecos como tiene...

 Pero el resultado es fantástico...

 Sobre la mesa de cristal queda precioso. No hay nada mejor para adornar un rincón de nuestro exterior que colocar en él un coqueto invernadero y llenarlo de pequeñas plantas en flor...

 Lástima que la intemperie de mi vergel impida que se pueda quedar ahí. La lluvia y el sol acabarían por estropearlo con el sumo cariño que le tengo yo a esta pieza decorativa...

 Aprovechando la brocha y la pintura transformo el portavelas de corona en gris. Nunca acabó de convencerme del todo esa tonalidad, así que lo cubro todo de blanco...

 Mucho más vergeliano sin dudarlo...

 Más de nuestro estilo...

 Ideal para colocar en su interior una vela o una pequeña crasa verde...

 Que maravilla chicas repintar todo aquello que queramos. Yo es llegar este buen tiempo y ya me activo de todas, todas. No paro y si algo no me convence, rescato mi pintura milagrosa y lo transformo...

 Además existe una amplia gama de colores para hacerlo, entre ellos el precioso verde menta que tanto se lleva esta primavera. Ya tengo yo en mente esparcir alguna capa de ese color por alguno de mis rincones vergelianos...

 ¿Sabéis qué?...Con el invernadero no me la juego, lo dejo en el salón para mantenerlo precioso...

Pero con la corona me doy el capricho y la subo a la terraza, tan blanquita como ha quedado queda genial entre tanto verde... 

 Con unas blancas margaritas en su interior y acompañando al gran vergel...

 Por cierto hoy quiero despedirme con una gran foto de Celia, con su tímida sonrisa, vestida coqueta este fin de semana para celebrar el cumpleaños de una de sus amigas...Como crecen estas niñas...De paso se cuela en la instantánea mi nueva funda nórdica muy campestre que ya os acercaré con calma uno de estos días...
Con mi guapa princesa...

 ¡Feliz martes chicassssssssssssssssssssssssss! Acordaros que mañana toca sección vergeliana, nos pasearemos juntas por el hogar encantador de nuestra Teresa Esteban, un hogar repleto de detalles escogidos desde el corazón. ¿Os lo vais a perder?...