Un día lluvioso...

Ayer por la tarde cogimos los paraguas para dar un pequeño paseo con los abuelos...Después de días de intenso calor, con temperaturas de más de 34º, apetecía el aire fresquito y la lluvia. Caminar por nuestra pequeña ciudad, entre los árboles mojados, los charcos, atravesando el río que la cruza hasta llegar al pleno centro, lleno de tiendas, que a pesar de estar en rebajas aparecían vacías por el lluvioso día...El cielo por encima de la gran iglesia, se mostraba oscuro y gris, a pesar de que el reloj de nuestro ayuntamiento marcaba apenas las seis y media, pero todos teníamos la sensación de que entrabamos ya en pleno anochecer.Después una paradita en una céntrica heladería para saborear unos refrescos y unos deliciosos helados de turrón, los preferidos de los abuelos...A la vuelta, nos sentamos en el lago que preside la ciudad y la abuela posa presumida que es ella, ante la cámara, mientras que el abuelo le enseña a Celia unos preciosos loros que ha descubierto en lo alto de una palmera centenaria...Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii que tarde más agradable...fresquita, relajante y como siempre en buena compañía...

Pero eso fue ayer. Porque hoy viernes el sol brilla de nuevo en mi terraza, bajo las hamacas colocadas, tal vez para tomar un ratito el sol, mientras mis hibiscus rosados han empezado a florecer...Eso tiene el verano que a veces nos sorprende con una tarde de lluvia, como la caída ayer y entonces nos deleitamos con un agradable paseo a través de nuestra bonita ciudad...

Y como no podía ser menos, con la preciosa flor de hibiscus totalmente abierta, os deseo a todas un viernes de lujo, donde empezar a disfrutar el nuevo fin de semana que ya asoma a nuestras puertas...

Montones de besos...