Sábado de composición de plantas...

Buenos días de lunes preciosas, ¿qué tal vuestro fin de semana?, yo por mi parte deciros que cumplí todos mis propósitos citados el viernes. Entre ellos pasearme el sábado por el mercado de flores en el que también exponen preciosas variedades entre las que perderse, yo diría que los fines de semana hay muchísimas más plantas que escoger, los puestos estaban a rebosar de colorido, fragancias y texturas difíciles de renunciar...

Y a la vuelta a casa, ya me veis arrancando uno de mis jazmines azules que se había secado. Penita me dio, es una especie que no se me ha desarrollado como debiera este verano, así que tocaba cambiarla por un precioso pequeño pino facilísimo de mantener...

El tiesto, el mismo que albergaba el jazmín azul, eso si removiendo bien la tierra y añadiéndole grandes cantidades de otra más nueva...

Este pino combina perfecto con cualquier otra variedad, es más, le viene perfecto rodearlo de hiedra de hoja grande. Varias tonalidades de verde...

Y una pincelada de rojo de la mano de esta pluma plantada hace ya tiempo en una esquina...

Es un hijuelo de la madre que en su día me dio mi cuñada y que han ido invadiendo rincones de mi vergel. Ya os comenté hace días que son ellas invasoras, por mucho que se las arranque a ras de tierra siempre vuelven a brotar con más fuerza si cabe. Me la llevo para agregarla  a mi nueva composición de plantas...

Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiii chicas, no os he contado con la buenísima compañía que conté el sábado jardinero...

Celia admirando relajada su mini huerto cambiado de sitio para que así reciba más solecito otoñal...

Y Troll que no se separa de ella ni un minuto cuando están juntos, maravilloso tandem...

Y yo liada con el trasplante, mis manos llenas de tierra, piedrecitas por el suelo, macetas, saco de tierra, palas...

Como se nos ponen las terrazas cuando trabajamos en el trasplante chicas...

Pero no me importa cuando estoy en ello, inspirada en crear una perfecta composición de plantas variadas...

Terminado vergelianas... el pino verde claro a un lado, al otro, la hiedra colgante y delante de todo, la pequeña pluma roja...

Troll se lo mira, de seguro que está pensando en que esta mujer vergeliana nunca para, siempre trajinando con macetas, tierra y plantas. Después se acercará despacio para olisquear las nuevas variedades plantadas...

Ahora como veis las plantas lucen algo pequeñas...

Pero en poco tiempo el pino empezará a alargarse, la hiedra de hoja grande a poblarse y a colgar hacia  abajo...

Y la diminuta pluma a engordar en ese bello color pasional que tanto alegra los otoños...

Por supuesto falta regar todo el conjunto y nada mejor que con agua de lluvia recogido en un gran cubo de zinc estos días de tormentas...

Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, que colorido tan maravilloso asoma por mi gran vergel. ¿Quién dice que los otoños con sus días más cortos son tristes y apagados?...

Si sabemos combinar especies de colorido alegre como rosas, blancos, verdes variados...

Si creamos arreglos como éste...

Si esparcimos casitas de zinc alegres...

Nuestros vergeles se abrirán ante nosotros repletos de belleza. El mío este año, caprichoso él, se ha inundado de pequeños pinos verdes, crasas variadas, solanos llenos de bayas anaranjadas y plumas rojas que resaltan sobre todo...

Ni que deciros chicas, que el sábado con la buena mañana disfrutamos durante tiempo de nuestro vergel...

De la belleza de los cielos azules...

De ese banco mullido de cojines donde sentarnos...

De las nubes que iban y venían...

Del verdor de tantas plantas...

Y de la buenísima compañía...

Primero de los planes realizado, disfrutando yo como buena vergeliana, de mi amada jardinería. Después el domingo elaboré ese brownie que quedó para chuparse los dedos. Por supuesto mañana por aquí me tendréis para explicaros con minuciosidad tan sencilla receta. Hoy los cielos vuelven a pintarse de nubes que no dejan disfrutar el solecito, que le vamos a hacer, el otoño es así, cambiante y caprichoso. Desde este vergel en la ciudad...
¡Feliz inicio de semana preciosas!