Brownie de chocolate blanco...

 Mis chicas golosas de por aquí, hoy la entrada va de postre, un postre para volverse loca y chuparse los dedos. Es tan rápido de elaborar como tan rápido desaparece de la bandeja a la hora de la merienda o de cualquier otro momento del día. Tomad nota de este brownie de chocolate blanco porque no tiene desperdicio...
Mi cocina asoma en tonos azules, no sé, yo soy así, para cada postre unos tonos con los que acompañarlos...

 Además de ello, el sábado compre un nuevo recipiente también en tonos azules. Ideal para dejar los móviles, las llaves de casa y las gafas que siempre aparecían desperdiciados en la madera de la cocina. Ahora no habrá excusa para los míos y todo se verá mucho más ordenado. Pero a lo que vamos chicas, ingredientes indispensables para el brownie...
225 gr de chocolate blanco
Media cucharita de esencia de vainilla
2 huevos
120 gr de mantequilla
1 taza de harina
150 gr de chispas de chocolate negro semiamargo

 Derretir al baño maría el chocolate y la mantequilla...

 En un bol grande colocar los huevos y el azúcar...

 Batir por cinco minutos...
Agregar la vainilla y el chocolate fundido...

 Incorporar la harina tamizada y agregar las chispas de chocolate negro semiamargo. Yo no logré encontrar semejantes pepitas, así que las sustituí por virutas...

 He de deciros que me quedé corta de pepitas, por no pasarme incorporé pocas, así que para la próxima vez se me irá la mano bastante más porque le dan una textura final al morder el brownie increíble...

 Para semajante postre, escogí un molde cuadrado y no muy alto, ideal para su cocción al horno...

 De silicona, una gran ventaja a la hora de desmoldar por su flexibilidad y lo más importante, no se pega en él, ninguno de los bizcochos...

 Pues nada chicas al horno a 180º por 30 o 35 minutos...

Mientra se va esparciendo el delicioso aroma, preparo la bandeja donde irá colocado, una pieza de vajilla repleta de florecillas regalo del día de mi boda...

 Y aquí tenéis el brownie de chocolate blanco recién horneado...

 Madre mía vergelianas, me ha quedado de vicio, acercaos bien para olerlo...

 Si su sabor es tan apetecible como su aroma, no va a durar delante de los míos ni una tarde...

 He de deciros que el secreto de un perfecto brownie consiste en que quede crujiente por fuera como podéis apreciar y blandito por dentro, vamos, que se deshaga en la boca para placer de nuestros paladares...

 No puedo resistirme, tengo que probarlo ya...

 Me lo llevo para que lo vean los míos...

 Bueno, los primeros de todos, mis peludos que no han salido de la cocina en toda la elaboración del brownie...

 ¿Quién quiere un pedacito?...

 Uno, dos, tres...

 Los que hagan falta porque está para morirse chicas...

 Los corté a pedacitos pequeños y cuadrados como dicen que han de servirse. Pueden saborearse solos o acompañados de helado de vainilla, en frío o en caliente...

 Nosotros en esta casa no tuvimos tiempo de combinarlos con nada de nada, enseguida desaparecieron quedando la bandeja completamente vacía...

 Si el bizcocho casero con cobertura de diferentes chocolates, o el pan de brioche, o las galletas de turrón navideñas están divinos, este brownie de chocolate blanco se ha erigido, en esta casa, como uno de los mejores postres a saborear cualquier fin de semana. ¿Os apuntáis a probarlo preciosas?...

Desde mi blanca cocina repleta de solecito de martes...
¡Feliz y saboroso día para todas mis vergelianas!...