Ha sido éste un proyecto ideado entre Celia y su abuelo. Ahora lo pienso y me entra enorme pena. Durante semanas en las que él estuvo en idas y venidas de casa al hospital, le aconsejó como buen huertano, lo que podía sembrar en esta estación...
Ambos decidieron plantar zanahorias, lechugas, brócolis y cebollas...
Fuimos a nuestro vivero preferido ha comprar las semillas. Celia no quería sembrar las hortalizas ya crecidas, sino que éstas fueran saliendo de poquito a poco...
Escoger el envase fue más problemático. ¿Adivináis quien ganó finalmente?...
Este enorme envase en amarillo chillón, nada de mi estilo, nada vergeliano chicas, esa es mi Celia...
Resalta todo él a la vista, aunque reconozco que le aporta una nota colorida y fresca al rincón de mi vergel...
Después escogimos grandes corazones de madera para escribir cada una de las hortalizas que fuimos plantando...
Ardua labor que Celia ha llevado a acabo con paciencia, mimo, amor y sobre todo con esos maravillosos consejos que su abuelo supo darle...
Las zanahorias como muy bien auguró mi padre fueron las primeras en salir...
Con enormes y largas hojas que ya casi cuelgan...
Las lechugas ahí van imparables...
Sobresaliendo por encima de la tierra...
El brócoli, algo más perezoso también tira con sus especiales hojitas en forma de lanza...
Y la cebolla, le ha costado, pero ahí la tenemos diminuta, pero arrancando...
Por supuesto, necesitábamos un rastrillo, airear la tierra es fundamental para un mini huerto...
Amarillo chillón, a juego con el enorme envase...
Imprescindible regar a menudo, ahuecar la tierra, abonar y sobre todo proteger la cosecha de posibles fuertes lluvias, aire tremendo y granizadas imprevistas...
De eso se encargó nuestro Víctor diseñando una tapa con finos alambres y plástico fuerte que se abre y se cierra según las necesidades...
La mayor parte del tiempo permanece abierta para que reciban todas las verduras solecito y lluvia fina...
Pero si el tiempo cambia se echa el toldo y todo protegido...
Ni os imagináis como cuida Celia de su huerto urbano. Todas las mañanas le cha un vistazo regándolo si es necesario, removiendole la tierra, tapándolo si amenaza tormenta fuerte...Mucho amor le pone, paciencia, sabios consejos aprendidos de su especial abuelo, y estoy segura que con todo ello, va a tener la cosecha del siglo, la mejor de todas, con unas hortalizas dignas de la mejor huertana...
Es ésta una especial historia ideada por una nieta y su abuelo, ambos amantes de la naturaleza, las plantas, los huertos y los espacios abiertos. Él con su sabiduría supo darle preciados consejos, ella atenta, tomó nota de todo ello, aprendiendo como solo los nietos pueden hacerlo de aquellos a quienes admiran. Nada le habría hecho más ilusión a Celia que mostrarle a su abuelo los primeros y hermosos brotes de su huerto. No pudo ser, pero como ángel de la guarda que es, allá donde se encuentre, cuidará de esta cosecha con todo el amor inimaginable...
¿Preciosa historia para este martes, no creéis chicas?...
¡Feliz día!
Hola Matilde preciosa historia de un amor,eterno de su abuelo hacia,su nieta me emociona, como abuela que soy,me encanta la huerta urbana el color amarillo de su,maseta diferente a otras le aporta,un nuevo color a ese rincón es muy lindo ver crecer,el huerto,no hay duda que Celia heredó lo de su abuelo y su mama el amor a las plantas,todo lo que,sea naturaleza,como lo van a disfrutar cuando ya se puedan comer,lo que cultivaron, eso es terapia para ella tambien,y debo decirte que Victor es todo un ingeniero,todo lo que hace le queda genial,mañana fresquita por estos lados nublado,todo bien Matilde que termines super bien este día Martes lo mismo a todas las vergelianas muchos besitos y cariños para todas,hasta mañana.
ResponderEliminarHolaaa! Qué historia tan bonita tiene el mini huerto de Celia y su abuelo...porque aunque él no esté físicamente, siempre será de ellos dos. Aupaaaaa mi niña!!! Mañana fiesta...biennnnn, así es que esta tarde es más relajada...cariños 😙
ResponderEliminarHolaaa! Qué historia tan bonita tiene el mini huerto de Celia y su abuelo...porque aunque él no esté físicamente, siempre será de ellos dos. Aupaaaaa mi niña!!! Mañana fiesta...biennnnn, así es que esta tarde es más relajada...cariños 😙
ResponderEliminarUna historia preciosa Matilde. Celia estará súper orgullosa con sus verduras y su abuelo desde el cielo también se sentirá muy orgulloso de su nieta. Un besote enorme.
ResponderEliminarHola Maite.Bonita historia.Mucho ánimo.Besos
ResponderEliminarBuenas tardes Matilde: ¡Estupenda idea la que ha tenido Celia!. Seguro que ella es profundamente ecológica, además a mi las hojitas de las zanahorias me parecen preciosas, y encima resultan riquísimas en batidos. Un abrazo.
ResponderEliminarAi !!, el " pequeño vergel de Celia " que orgulloso estará su abuelo, que cosita más bonita, mi niño también se inventó un huerto con un palet y anda que no lo cuida, estos chicos son la guinda, pero el de Celia es precioso y la idea del protector de plastico me gusta muchísimo, tendré que fabricar uno, bueno chicas os mandó un abrazo muy grande para todas y a ti Matilde muchos besos y para nuestra querida Celia que siga así de bonita.
ResponderEliminarHola Matilde.Muy linda la decisión de tu niña Celia, de hacer un mini huerto ,bajo el asesoramiento de su abuelo
ResponderEliminarEs algo muy entrañable, que le hará recordar a su abuelo por siempre, pues gracias a él, tiene ese precioso mini huerto, y de seguro, tendrá en cuenta cada uno de los consejos que le dio su abuelo.El mini huerto se ve que está echando para adelante, con todas esas hojitas que están saliendo, se ve hermoso. Dale muchas palabras de aliento a tu Celia, que lo está haciendo muy bien. Muchos besitos, Dios las bendiga 😗😗
Bien hecho Celia, estas cosas que compartimos con los abuelos son las que nunca se nos van a olvidar,yo enciendo muchas veces velas para recordar a mis abuelos y que les llegue esa luz allá donde ellos estén. Sigue disfrutando de tu mini huerto y que esta afición de dure muchos años. Yo de una de mis abuelas he conseguido que este año crezca en una maceta de la terraza una enredadera con flores de campanilla, así cada vez que la vea me acuerdo de ella y de como en su día fue esparciendo su semilla en las macetas de la casa de mi madre, ese fue parte de su legado para recordarla para siempre.Muchos abrazos.
ResponderEliminar