Una guirnalda de luces...

 Aleluya como dice la canción que os tengo puesta de fondo en la ventana hace ya días. Aleluya porque ya por fin tengo mi guirnalda luminosa luciendo en mi vergel. Menuda odisea chicas hallarla tal y como yo la quería. Ya sabéis que llevo tiempo en su busca y captura por tiendas varias, hasta que por fin se topó conmigo en mi última visita a Ikea. Lo que yo no encuentre allí...

 De bolas de tela estampadas. Y os matizo de tela porque tenían que aguantar, a la perfección, la intemperie de las lluvias, el viento y las heladas...

 Unas son de flores sencillas...

 Que se van alternando con otras de rayas muy marineras. Todas en azul, simplemente porque eran ya las únicas que quedaban. Pero se que también las hay en rosa y en blanco, para poder escoger...

 Otro de mis incondicionales para mi guirnalda luminosa, era que tenía que poder enchufarse a la corriente. Las de pilas no me gustan, se gastan continuamente además de aportar mucha menos luminosidad a las noches veraniegas...

 Y aquí está ella, cumpliendo todas mis peticiones. Faltaría más, después de meses de búsqueda...

 Sin embargo a traído historia que os voy a relatar. Primero la vi expuesta en Ikea, la última que quedaba. Corriendo me tiré a ella justo en el momento en que otra buena mujer iba tras ella. Gané yo que la metí rauda en la bolsa amarilla colgante de Ikea...

 Llego a casa y la abro. Boquiabierta me doy cuenta que solo vienen las bolas, pero ¿dónde estaba toda la conexión con las bombillas?...

 Vuelvo a Ikea, encuentro la conexión que poder montar junto a las bolas. Regreso a casa y me doy cuenta que es larguísima por lo que necesitaba otra tira de doce bolas que añadir. Vuelta a la tienda con el temor de que se hubiesen agotado. Nos disponemos a montarla y es entonces cuando aprecio que la segunda tira de bolas es de rayas. Me dije..."Se acabó, las montaré tal cual queden"...Y me encantan...

 El color que no era el buscado realmente pero que tasa con los textiles y todas mis flores. La alternación de flores y rayas que le aportan un aire más atrevido...

 Lo larguísima que es, así me da la posibilidad de enredarla por parte de la pérgola...

Y ese vaivén que irradia cuando se mece ligeramente el viento como en el día de hoy...

 Os confieso que no sabía donde ubicarla. Si colgando de alguno de mis árboles, si sobre el respaldo del sofá, si en una de las ventanas...Finalmente la enredé con paciencia por todo el cenador y ha sido la mejor de todas las opciones...

 Coqueta ella, centro del gran vergel, llamativa, pues ya son muchas las vecinas que me han preguntado donde poder comprarla...

 De un fresco color muy veraniego emulando al mar...

 Y que ha enamorado no solo a mi, sino también a los peludos que la remiran siempre que suben a la terraza...

 Ni que deciros chicas lo maravillosa que queda al llegar el anochecer. La luz que desprende mágica y llena de matices, para soñar de todas, todas. Prometo haceros fotos, muchas fotos de su encendido nocturno porque estoy completamente segura de que os va a dejar sin palabras...

 Nuevo complemento muy vergeliano a la derecha de mi terraza. A la izquierda hay otra sorpresa que ya os mostraré. Esa le ha hecho enorme ilusión a mi Víctor...

Hoy es nuestro Troll quien asoma por aquí en este día de viernes. Os quiere desear un maravilloso inicio de finde con su deliciosa carita...

Esperad que nuestra Yaiza desde la terracita de abajo también os quiere saludar...

Ellos están ya en modo fin de semana, un fin de semana muy especial para mi. El domingo os cuento...
¡Feliz viernessssssssssssssssssss!