¡Bienvenido mes de Mayo!

Aiiiiiiiiiiiiiiiiiii chicas, que ayer con una fiesta en mitad de la semana, se me olvidó darle la bienvenida al nuevo mes de Mayo, mi mes preferido...Pero hoy me desquito la culpa y recopilo todas mis orquídeas dentro de una gran bandeja. Maravillosas que están ellas, siempre al llegar estas fechas me regalan su esplendorosa floración, la segunda del año y es imposible no fotografiarlas orgullosa como estoy de tenerlas conmigo hace ya muchos años... 

Las tengo en color blanco, en rosa, en lilaceo fuerte, variegadas, de grandes flores y también de pequeñas...Vamos, para todos los gustos. Ni que deciros, ya lo sabéis, que ellas se erigen como mis flores de interior preferidas y las tengo repartidas por todas las estancias. Imposible no colocarlas, sin ellas mi casa no tendría el colorido y la elegancia de la que está dotada...

Fijaros que a parte de las bellas flores, están repletas de pequeños capullos que pronto acabarán de abrirse...

Y en la base, multitud de raíces aéreas de las que van brotando largas varas verdes que son la esencia de esta maravillosa planta. Me río, porque cuando me regalaron la primera y le vi semejantes raíces casi secas que le salían, se las enterré dentro de la tierra pensando que se le habían salido. Obviamente a los pocos días se me acabó muriendo. Menos mal que poquito a poco me he ido haciendo con esta preciosidad y ahora nos entendemos a la perfección... 

Tanto, que no hay orquídea que se me resista. Sé cuando necesitan agua, cuando quieren que se las pulverice, cuando claman a grito más luz y cuando desean más tierra para seguir creciendo. Es un amor a primera vista que perdura por años... 

Hoy mi salón está de fiesta, repleto de colorido. Con mi bandeja rebosante de orquídeas quiero dar la bienvenida a un mes maravilloso, el mes en el cual nací, en el que celebramos el gran día de la madre y en el que la primavera alcanza su máximo esplendor...Nadie se resiste a Mayo, a sus flores, a su calorcito, a sus largas horas de luz y al azul de sus cielos...

Preciosas, mi hogar se abre más que nunca, con las ventanas abiertas de par en par como la casita blanca de zinc que cuelga de la gran lámpara. Las luces encendidas y mi corazón repleto de grandes sensaciones, las que este nuevo mes nos va a regalar a lo largo de sus días...

Feliz viernes para todas...

Y montones de besos con aroma de orquídea...