Dos terracitas muy invernales

Hoy os traigo una mezcla. Dos balcones invernales, uno en plena Suecia, el otro, cerca de Barcelona. Los dos están montados para disfrutar del invierno, decorados con calidez para poder salir a ellos sin problemas hasta en los días más fríos. Nuestros exteriores no están reñidos con las estaciones y si somos apasionadas de ellos les dedicamos el mismo mimo que a nuestros interiores...
Doce del mediodía en una ciudad cualquiera de Suecia. Un balcón coqueto se asoma hoy a nuestra ventana. No le falta detalle...Sus dimensiones no son muy grandes pero no necesita nada más, lo tiene todo. Sillas donde sentarse, pequeña mesa en la que desayunar y montones de detalles que enamoran...

Doce del mediodía en mi Barcelona y otra terracita con la que deleitarnos. Ésta me parece que ya la conocéis y tampoco le falta nada de nada, de eso me encargo yo...También tiene cómodas sillas, mesita para tomarse un calentito café al atardecer y detalles repartidos aquí y allí...

Después como coincidiendo en gustos a pesar de la distancia, ambas cuentan con cálidas mantitas con las que arroparse, de pelo largo y suaves. Cojines apoyados en las sillas y una alfombra sobre el suelo donde deslizar los pies sin problemas...

Detalles las dos tienen a montones porque estos no deben faltar...Faroles...mesitas auxiliares...bonitos jarrones y muchísimos portavelas que encender al anochecer...Y hasta en las piñas recogidas por el campo coinciden, ellas adornan la pequeña mesita dándole matices invernales...

Y después esparcidas muchas plantas, faltaría más. No hay terraza sin ellas porque aportan vida y colorido...Bulbos, hiedra y ramillete de flores amarillas en la lejana Suecia. El clima así lo requiere...

Ciclamenes rosados...azaleas blancas, verdes cintas y geranios a punto de florecer en mi terracita barcelonesa...El clima aquí es privilegiado y nos permite cultivar plantas de hermosas flores...

Asomándonos a través de ellos observamos su vistas que se extienden a lo lejos...

Nieve, antiguos edificios que se alzan majestuosos llenos de elegancia y árboles que han perdido sus hojas en plena ciudad escandinava...Su cielo blanco como blanca será la nieve que ya mismo empezará a caer...

Pinos centenarios elevándose a lo más alto, verdes e imponentes bajo un cielo de un azul que casi nos impide mirarlo...Es lo que admiro todos los días desde mi terraza...

Preciosas, no importa el clima, el lugar, las dimensiones y la distancia...Con pasión por la decoración, amor por las plantas y grandes dosis de imaginación podemos recrear exteriores tan y tan mágicos como estas dos terrazas a las que les separan miles de kilómetros...

Por cierto, ¿no creéis que a una de ellas le falta un precioso cachorro dormitando en la suave alfombra?...Con espacios como estos quien no deja a sus mascotas tumbarse al sol en los días invernales..

Lunes, nueva semana estrenada de este mes de Febrero. Y yo os muestro dos encantadoras terracitas muy invernales. Ahora me sentaré en una de mis sillas con Yaiza a mis pies, rodeada de plantas, un buen café entre las manos y unas vistas adorables sobre mi pequeña ciudad. Nada más le pido a este día repleto de sol...¿Me acompañáis?...