Domingo feliz

Hay días que se presentan maravillosos. Y el domingo de ayer cumplió todos los requisitos, porque era el día de la Madre, porque nos fuimos en familia a un pueblecito encantador, porque lució el sol en plenitud, porque comimos como auténticos reyes y porque pasamos un día mucho más que feliz...

El restaurante, muy habitual para nosotros. Una antigua masía reconvertida, toda de piedra y con una encantadora terraza donde en días como el de ayer es imposible no sentarse a saborear platos mucho más que deliciosos...

Las vistas inmejorables, rodeados de campos, un hermoso río, el castillo y su fortaleza de fondo y hasta pajarillos que se acercaban sin miedo hasta nosotros...

Como admiro estas casa antiguas, con esos detalles de antaño que se mezclan con la modernidad...

Con esas terrazas empedradas repletas de tinajas en flor. Sus grandes fachadas de piedra con ventanas en arco que las hace tan y tan acogedoras...

Y aquí estamos, dos mamis encantadoras, saboreando nuestro especial día y el maravilloso entorno que nos rodea...

Después un paseo por el tranquilo pueblo de Besaú, rodeado de fuentes...

Edificios imponentes adornados con geranios en flor que te hacen alzar la vista bien alta para no perderte ninguno de sus detalles...

Pararse en una de sus múltiples terracitas a saborear sin prisas un delicioso café...

Como abundan las hermosas plantas por estos parajes. Lavandas enormes en vivos lilas...

Y frutos extraños, jamás vistos que es imposible no fotografiar...

Seguimos caminando. Imposible pasar por alto las hermosas iglesias con sus bóvedas acristaladas...

Los antiguos carteles anunciando infinidad de tiendas donde, por supuesto, entramos para recorrerlas y comprar alguna que otra cosita...

Y yo feliz y relajada...

Y los peques jugando en el río...

Viendo el nado de los patos ajenos al ajetreo de turistas con sus idas y venidas...

Ummmmmmmmmmmm, que hermosa el agua, tranquila y cristalina. Con ese tono verdoso que se funde con el verde de los árboles...

Y aquí mis tesoros, retomando fuerzas porque la tranquilidad y el sosiego también necesita de ellas...

Por cierto, mi cuñada tan elegante ella siempre, no pudo resistirse a una de sus grandes pasiones, los sombreros. Y con uno recién comprado se marchó para casa...

En fin preciosas, un encanto de pueblo y de domingo el que ayer nos brindaron nuestra especial familia. Por algo era nuestro día y había que saborearlo más allá del infinito. Besalú es mágico, es como Carcassonne en miniatura pero mucho más cerquita de nosotros. No sé que tiene pero a nosotros nos encanta. Poder escaparnos siempre que podemos...Cualquier excusa es perfecta para recorrerlo...

Llegó el lunes soleado y magnífico. Me quedan montones de cositas que mostraros...Los regalos del día de la Madre, las compras de ayer en Besalú...En fin se me acumulan detalles que si mañana  me acompañáis os los brindaré con muchísimas ganas...

Disfrutad de este día guapísimas aprovechando que la total primavera se ha instalado, yo creo, que para quedarse definitivamente...