Mi casa al anochecer

Como se transforma un hogar al llegar el anochecer, cuando el día llega a su fin y empieza a oscurecer...Encendemos lámparas y velas y todo adquiere una luz diferente. Es quizás el momento más relajante cuando dejamos atrás el trabajo, los jefes, las compras rápidas para cenar y el ir y venir de los nervios. Es entonces cuando llegamos a casa, nos ponemos las zapatillas y el pijama, cerramos la puerta y dejamos atrás todo lo bueno y malo de una jornada más... Por eso me gusta encender mis velas aromáticas de vainilla y canela y las lámparitas de sobremesa para crear una atmósfera relajada y en calma...es importante dedicar unos minutos para que todos nos sintamos a gusto. Las mías brillan en la cocina, el salón, en el sobre de la chimenea, en la pequeña entradita y hasta en el cuarto de baño.

Ahora toca una buena ducha, preparar la cena y un montón de cosas más...pero no me importa, en un ambiente tan agradable y sereno todo se realiza mucho mejor, lámparas y velas invitan a ello, ¿no créeis?...
Jueves, de noche, pero sin olvidarme de vosotras...paso por mi pequeña ventanita y os dejo pinceladas de magia con aroma de canela. ¡Buenas noches a todas y hasta mañana!.