Pequeño recorrido de martes...

¿Qué tal chicas, si volviendo a la rutina nos marcamos juntas un paseito encantador?. El martes soleado, aunque frío, nos lo pide a gritos. Solo tenemos que abrigarnos, y colocarnos esa amplia sonrisa que tan bien nos sienta. Tengo tantísimas cosas en el tintero por mostraros que me pongo ansiosa de los nervios. Pero hoy la añoranza festiva me pide enseñaros parte de una ciudad encantadora. Lleida está aquí para mostraros lo coqueta que es...

De las cuatro capitales de mi querida Cataluña, nos faltaba por descubrir Lleida. Si Girona, Barcelona y Tarragona son excepcionales, la visitada en estas fiestas pasadas nos encantó igualmente. A falta ella de mar como las anteriores, esconde rincones dignos de recorrer, sobre todo su Seu Vieja, con esa catedral románico gótica a la que ahora nos dirigimos...

Los cielos azulísimos y totalmente despejados...

Y su puerta de León en arco con escudo invitando a entrar...

Pero que aire chicas, después nos comentaron que en esta ciudad raro es el día que no se levanta él para incomodidad de los visitantes...

Pero yo abrigadísima, menos mal, con mi super abrigo de gorro de pelo y mis pantalones de piel...

Magnífico entorno, cuidado y verde...

Que nos condujo hasta la parte más antigua...

Lleida es una ciudad antigua, pequeña y recogida, de la cual fuimos a perdernos por su Seu Vieja, situada en las ruinas de una fortaleza sobre una colina...

Totalmente amurallada da la sensación de que volvamos varios siglos atrás...

El acceso a la Seu se realiza a través de la Canonja, que son varios edificios preciosos que se remontan al siglo XII...

Las calles en su mayor parte empedradas, dignas de la historia que arrastran...

Y lo más impresionante de todo chicas, las hermosas vistas con que cuenta una vez llegados a lo más alto...

Vistas panorámicas y abiertas no solo a los altos cielos, sino también a toda la ciudad de Lleida...

¿No os parece maravilloso?...

Se merecía tal enclave montones de fotografías...

Ahí mi Víctor admirando a lo lejos el impresionante campanario...

Y por supuesto los infinitos valles verdes en el horizonte...

A Celia le sorprendió el lugar, a ella que le encantan las ciudades con historia...

Y a nosotros nos relajó tales paisajes de una ciudad que por fin pudimos conocer...

No solo en lo alto se avistaban antiguos edificios...

Sino también encantadores restaurantes situados en el rincón más perfecto para disfrutar de todo...

¿Qué tal un cafecito bien caliente?...las vistas y el entorno lo piden a gritos...

Os puedo asegurar chicas que estuvimos tiempo allí arriba...

Que importaba el aire frío...

Para ello ya llevábamos nosotras esos gorros bien cálidos...

Para sentirnos como ángeles en el paraíso...

Pues un saludo a todas mis mujeres desde las alturas...

Al final nos costó, pero volvimos a bajar para seguir disfrutando de tan fantástico paseo...

Del claustro...

Con su planta rectangular, sus naves, sus bóvedas ojivales...

Y esos grandes ventanales con elegantes calados que al ser abiertos ofrecen magníficas vistas a su interior...

Que maravillaaaaaaaaaaaaaaaaaa...

Para perderse ahí dentro chicas...

Sintiendo el silencio y la paz infinita...

El recorrido contó con calles especiales, visita al castillo del rey, al campanario y a las diferentes puertas de gran valor monumental que se distribuyen por diferentes puntos de la Seu Vieja...

Mucho caminar y caminar, menos mal que había poquísimos turistas. Después nos entró hambre y regresamos al centro mismo de la ciudad. Bajo la colina donde se ubica el Eix comercial de Lleida con su amplia zona peatonal repleta de comercios y montones de restaurantes a escoger...

Y el elegido fue sin dudarlo un italiano. Nos encanta a esta familia degustar ensaladas, pastas y arroces exquisitos...

Engalanada su alta fachada con guirnaldas luminosas...

Todo él elegante, cálido...

Con su árbol navideño...

Sus colgantes lámparas especiales, sus vigas...

Y su decoración totalmente vergeliana, de esa que nos enamora a todas nosotras...

Una perfecta mesa para acomodarnos...

Y una amplia carta variada y con un servicio exquisito...

No hay nada más perfecto después de un largo recorrido turístico que una perfecta comida en familia con vistas a la ciudad...

Bueno a la ciudad, y a todos los detalles de semejante restaurante. Porque a mí se me iban los ojos a cuadros, zócalos, empapelado, marcos, espejos, vajillas y demás complementos decorativos...

Señoras mías, tal y como indica el cartel de semejante restaurante, Lleida nos faltaba por descubrir y sencillamente nos ha encantado. Quizás no tenga el renombre de Barcelona, las playas de Gerona o el verde de Tarragona, pero ella pequeñita, coqueta, limpia y acogedora, invita, sin dudarlo, a perderse, a subir hasta lo más alto y a regresar un nuevo día para seguir devorándola en familia...

¿Hay alguna lleidatana entre tanta vergeliana?. Si es así la felicito desde esta ventana, por su ciudad, sus gentes y sus monumentos centenarios...
Hoy quiero dar la bienvenida a una nueva seguidora. Isabel Ripoll nos ha encontrado, nos cuenta que hace tiempo nos sigue a todas por aquí y que muy pronto me enviará fotos de su hogar totalmente vergeliano. Encantada de conocerte, solo espero que entres a diario y que comentes cuantas cosas quieras. Todas nosotras estaremos encantadas de leerte y de unirte a esta gran familia de especiales mujeres...
Aiiiiiiiiiiiiiiiii chicas que la sección de casas vergelianas retoma de nuevo la sección que tanto nos gustaba. En breve publicaré la primera de ellas, el hogar de Adela Caballero. ¿Os parece bien que sea los miércoles?...ya me contaréis...
Con paseito de martes...
¡Feliz día preciosas!