Inspiración de viernes...

Hola preciosas mías, hoy os voy a dejar algo de inspiración de viernes. Más que nada porque estoy emergida en una labor en mi cuarto de baño que ya veréis cuando os la enseñé, os va a enamorar de todas, todas, más vergeliano no puede ser. Así que para desearos un feliz finde tenía que pasarme por aquí, repleta de flores coloridas que ya las necesitamos con el día que se nos ha levantado hoy por todos lados, que si lluvia, que si aire, que si nieve...pues por este vergel con vuestro permiso, hoy solo van a asomar prímulas , este invierno me ha dado por ellas y os voy a cansar de tanto enseñarlas por la ventana y es que sencillamente, me encantannnnnnnnnnn...
Ayer, con mi paraguas bien abierto, volví a pasearme por el único puesto floral de mi mercado que permanecía montado. Nuevamente me quedé prendada de las prímulas coloridas y para casa me traje tres en nuevos colores variegados que ya están esparcidas por mi vergel, desplegando ese colorido que tanto necesitaba. ¿Geniales verdad chicas?...

Pero para que veáis el enorme juego que esta variedad poseé, aquí tenéis imágenes inspiradoras que os van a hacer comprar montones de ellas para colocarlas en infinidad de rincones...

Fijaros que hasta para las más atrevidas se pueden utilizar en la mismísima decoración repostera... 

En tartas o en magdalenas y si sois de las que probáis sabores mil, pues atreveros a saborear semejantes flores tentadoras...

Yo por mi parte, prefiero guardármelas para decorar las servilletas a modo de ramillete cuando vienen a casa especiales invitados... 

Todas las flores lucen ideales en cestas campestres, pero las prímulas las decoran muchísimo mejor...

Con alegría...

Como recién cortadas del jardín...

También son perfectas para introducirlas en maceteros inventados con total imaginación...

Sacos de tela...

Piezas de vajilla...

Tacitas florales muy inglesas...

Cubitos de zinc muy coloridos...

Y jarras blancas a modo de ramos campestres...

Aunque a mi, como más me gustan, son colocaditas en macetones de terracota bien sencillos, pero con ese aspecto tan natural que los convierten sin dudarlo en el centro de nuestros exteriores...

Pero mirad vergelianas si las bellas prímulas dan un precioso juego encantador, cuando empiezan a marchitarse sus flores, nada mejor que elaborar un centro de velas flotantes con ellas. Solo necesitamos un bol de cristal para sumergirlas y prender las velas al anochecer. Estoy segura que hasta son ellas capaces de desprender un aroma totalmente evocador...

Ohhhhhhhhhhhhhhh chicas, como idea para sorprender a todos que os parece este colgador de plantas. Una antigua puerta decapada a la que le hemos colocado varios colgadores para después, de cada uno de ellos, colocar con gracia macetas repletas de prímulas. Vamos a anotar semejante composición que no dudo que quedaría genial en cualquiera de nuestras casas...

Pero aún hay más y no quiero pasar por alto la versatilidad de estas plantas. Ellas combinan sin ningún problema con otras especies invernales como son los pensamientos y los bulbos de narcisos...

Pudiendo formar arreglos dentro de las mismas tonalidades...

O alternándolas en colorido...

Para crear conjuntos tremendamente explosivos y vivaces...

Si algo les sobra a las invernales prímulas son sus infinitas tonalidades, así que las vergelianas indecisas lo tenemos realmente complicado. Yo no se nunca por cual color decidirme,  me pierden los anaranjados...

Los vivaces amarillos...

Los blancos románticos...

Los dulces liláceos...

Y los vergelianos rosados...

Eso si chicas, lo que tengo claro es la mejor manera de presentarlas para deleite de mis visitas. Dentro de un cajón desportillado, total tendencia jardinera de esta primavera, mucho mejor si conserva su pomo para darle más encanto...

O escondidas tras una campana de cristal a modo de pequeño invernadero, rodeadas de musgo verde y pequeñas ramitas. Aunque de esta segunda presentación tengo yo mis dudas, no se yo si podría una prímula como ésta aguantar mucho totalmente encerrada...

Más que nada porque son ellas de exterior, de aire, de lluvia y de campo. No muy lejos de mi casa las he visto yo crecer en el mismísimo bosque, alzándose sus increíbles flores por encima de las ramas...

Yo por el momento me inicio este invierno en sus cuidados. Agrupadas bajo mi gran pino verde, escogidas no en una sola tonalidad, sino en una mezcla de colores, me he atrevido a cultivarlas en mi vergel. Cruzando los dedos estoy, mirándolas todas las mañanas para comprobar que ahí siguen, brindándome más y más flores que en días como el de hoy me levanten el ánimo...

Os dejo, me voy a continuar con mi pequeño cambio en el cuarto de baño, me muero de ganas de terminarlo y poder colarlo por aquí mañana mismo...

¿Os pasaréis para verlo?...

Por aquí os espero...