Mi sueño no es un gran secreto para todas vosotras porque son muchas las veces que lo he confesado por aquí...Llegar a tener un gran invernadero al exterior igualito a este que asoma hoy en primera plana por la ventanita. Blanco, de hierro forjado, con grandes ventanales de cristal, altos techos y una deliciosa puerta de entrada. Dentro de él tendrían cabida todas aquellas plantas que adoro, cultivarlas y reproducirlas en su cálido interior sería toda una maravilla. Creo que no saldría de él, me tendrían que sacar a la fuerza porque serían muchas las horas que me perdería entre macetas de barro, rastrillos, palas, tierra y abonos...
Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii como me gustan...
Esperando estoy a que algún día se cumpla, a cambio cuento con uno en miniatura que es mi mayor joya, orgullosa os lo he mostrado montones de veces en multitud de fotos. Es como el de arriba en cierta manera. Blanco, de hierro, con tejado alto, cristales grandes y una puerta que se abre para poder introducir en él todas las plantas que quiera...
La verdad es que con el frío gélido que estamos teniendo estos días, las plantas en flor que permanecen en su interior se mantienen arropadas y calentitas...Ahí se alza entre todas ellas una amarilis en tonos rosados, ella guarda un pequeño truco jardinero que mañana os contaré...
En este encantador mini invernadero tienen cabida no solo las flores y plantas verdes, sino que también me gusta introducir velas y cuadros que le aportan toques afrancesados y elegantes...
En su base, a modo de bandeja, hoy he colocado pensamientos y violas compradas en el mercado semanal. Por fin han vuelto a ponerse, después de todo un mes de vacaciones. Todavía no cuentan con muchas variedades debido al frío, pero ya mismo cuando las temperaturas se suavicen, empezarán a inundar sus puestos con preciosas especies llenas de colorido...
Hoy me decido y lo muevo de sitio, lo coloco delante de la chimenea, lugar ideal para poderlo fotografiar...
Todo repleto de plantas coloridas...
Abierto al máximo para que la amarilis y la lavanda puedan asomarse a través de su precioso tejado acristalado...
Pequeño invernadero el mío, pero igualmente coqueto sobre todo en este rincón del salón, envolviéndose con el papel de la pared y junto a otro mucho más pequeñito que hace años me regalaron unas especiales amigas y en el que también coloco otras muchas plantas...
Dado el frío que nos inunda hoy, voy a bajar su techo hasta cerrarlo por completo. Así la temperatura será la ideal para albergar cálidas todas sus plantas. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, así aún luce mucho más maravilloso, ¿no creéis?...
Chicas, me lo apunto en mi lista de deseos. Uno igualito a este, tiene todos los detalles inimaginables, soñadores y mágicos que un gran invernadero puede contar para enamorarnos por completo...
Feliz jueves soñador para todas...
Ayyyyy Matilde, yo tmb sueño con llegar a tener un invernadero algun dia y con su caminito de piedras serpenteantessss. Tengo una casa de campo a pocos km d mi ciudad y alli seria el sitio perfectoooo para mi invernadero, si le tengo ya hasta el nombre, jaja! La casita de las hadassss, jaja , por cierto tmb m gusta coleccionar Hadas. Tu post de hoy , lo he disfrutado, graciassssssss.
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ResponderEliminarNo se si Marijon conoce el hada que tu tienes, la que nos enseñas de vez en cuando. Maite si ,un invernadero de los que nos enseñas es un sueño pero mientras llega nos deleitas con los tuyos que los dos son hermosos y es verdad que cerrado luce todavía más, las plantitas que bonitas son y mañana el truquito del amarilis rosa creo que ya lo he adivinado pero sea cual sea,el rosado que tiene es muy fino.
ResponderEliminarQue bonito!!! Adoro las plantas y también quiero un invernadero ;) Te ha quedado genial!
ResponderEliminarIsabel