Un restaurante a recomendar...

 Apuntad chicas un restaurante a recomendar, en pleno centro de Peratallada. Ya sabéis que no hay destinos deliciosos sin una buena parada para reponer fuerzas, tomándonos nuestro tiempo, saboreando alimentos exquisitos de la zona y sintiéndonos como en casa. Pues bien, eso lo consigue esta vieja casa de pueblo reconvertida en restaurante. Más de veintitrés años lleva abierta y a pesar de que el pueblo estaba desierto, sus mesas estaban al completo. Por algo será...

 Curioso nombre para un restaurante, situado en pleno centro de la plaza de Les Voltes. Su edificio conserva la esencia de Peratallada salpicado con esos tonos añiles que tanto proliferan en sus alrededores. Colgados de su balcón con baranda de hierro forjado, se alzan unos tubos enormes que cuando coinciden días ventosos entonan una mágica música semejante a los órganos de las iglesias. Lástima que el domingo no corría ni gota de aire y nos quedamos con las ganas de escuchar tan curiosa melodía...

 Pero no vamos a demorar que ya hay hambre, así que entramos...Nos reciben unos interiores mezcla de lo de antaño y lo de ahora. Se ha reformado, pero manteniendo esos matices que nos trasladan al pasado. Paredes de piedra, techos con la antigua "Volta catalana", escalera de sobria madera, suelos rústicos...
Después nos topamos sutilmente con lámparas de ahora, piedras que se iluminan imitando al fuego, fuentes pequeñas con el recorrer de agua y mobiliario muy actual...Eso es lo que me gusta, la mezcla de lo nuevo y lo viejo, entremezclado a la perfección para crear ambientes muy particulares...

 Después la comida, amplia carta donde elegir. Montones de platos apetitosos que de solo leerlos te abren por completo el apetito...El rey de todos, el menú degustación que escogió Víctor, mezcla de varios platos exquisitos...

 Yo gran amante de las ensaladas en todas sus versiones, me decanté por la de queso de cabra tibia, salpicada con nueces y pasas, aliñada con una vinagreta que ya quisiera yo saber su receta...

 Celia, con su plato repleto de patatas y entrecot, no quedaron ni las migas...

En fin, que no solo el local es perfecto, sino que también su buena comida hace gala de convertirse en un perfecto restaurante...

Donde saben amenizar la agradable velada con buena música de jazz y soul que acompañada por la luz ideal de las lámparas repartidas aquí y allí, te hacen sentir como en el paraíso. Y sino fijaros en Celia totalmente relajada...

Coqueta cien por cien con su nuevo pasador con matices plateados...

Después a través de las ventanas divisamos a lo lejos el caer de tenues copos de nieve...

 Increíble, para culminar el domingo y la buena comida ver la nieve caer...Hemos tenido que desplazarnos hasta Peratallada para divisar el blanco cubriéndolo todo...

 Máxima expectación y alegría...

 Mientras adentro nos mantenemos calentitos rodeados de unos interiores decorados con mimo...

Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii chicas, que ya mismo volvemos para poder recorrer de nuevo sus calles y rincones. Pero esperaremos a la primavera para ver la explosión de verde y flores que según nos han dicho los camareros de este magnífico restaurante, es verdaderamente impresionante...

 
 ¿Os habéis anotado el nombre y la dirección?...Por si algún día os escapáis hasta aquí, sabed que las puertas de este restaurante os están esperando totalmente abiertas...

 Desde pleno centro de Peratallada...

 Y rodeada de plantas invernales...

¡Feliz día de martes!