Esas especiales casas rústicas...

Hoy preciosas. os vengo a hablar de un estilo decorativo que me tiene enamoradísima, el rústico de la lejana Escandinavia. Esas casas de maravillosas fachadas construidas a base de lamas de madera en colores inimaginables, de altos techos inclinados, cercadas por hermosas vallas sencillas, rodeadas de espléndidos exteriores, con ventanas coquetas de cuarterones...


Esas casas que cuentan con pequeñas escaleras que nos dan la bienvenida  a un delicioso porche repleto de plantas y muebles de exterior...


Casas donde sus dueñas tienen el privilegio de perderse entre verde y recolectar hermosos ramos florales con los que decorar sus interiores...

El rústico campestre de estos lejanos países cuenta con amplias cocinas blanquísimas...

La mayoría de ellas con encimeras de desgastada madera...

Con armarios de puertas de cristal que dejan entrever sus vajillas...

Se coronan con amplias ventanas por donde se cuela el inmenso campo verde...

Y se visten con muebles antiguos debidamente colocados...

Son éstas cocinas que se convierten en el centro principal de la vida familiar mimándose hasta el infinito, empapelándose con tenues papeles o pintándose en esos tonos pastel tan y tan dulces...

Después estas casas maravillosas conservan elementos de antaño como estufas de hierro labradas...

Bancos de almoneda, auxiliares pintados a mano...

Sillas heredadas de antepasados...

Y vajilleros que se mantienen abiertos para mostrar sus tesoros...

Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii chicas, este estilo me hipnotiza por sus hermosos salones donde se mezcla el total blanco, con la rústica mimbre tan natural...

A veces sorprendiendo en sus paredes con atrevidos empapelados...

lámparas con  toques industriales...

O suelos en damero pintados sobre la mismísima madera...

Adoro la continuidad que le dan a los espacios, todo se abre para acercar estancias unas a otras...

Dejando que la luz que tanto escasea a veces por estos países, se cuele por completo...

Después están los detalles que en el estilo rústico escandinavo nunca faltan...
Candelabros, textiles...

Arreglos florales muy naturales...

Y muchísimas plantas inundándolo todo...

Y que sería de estas casas tan especiales sin sus encantadores cuartos de baño. En ellos no faltan techos de lamas de madera inclinados, arrimaderos recorriendo las paredes, bañeras con antiguas patas de porcelana...

lámparas de lágrimas de cristal, ventanas con alfeizares incluidos y armarios donde guardar toallas y jabones...

Sin olvidar la delicadeza que emplean para decorar sus habitaciones. Es en ellas donde siguiendo su total inspiración romántica colocan bellos papeles florales, vaporosas cortinas...

camas de hierro forjado, telas muy campestres, cálidos suelos de madera...

e imponentes chimeneas de baldosas tan y tan nórdicas...

Pero... y ahora viene lo mejor de estas casas, lo mejor vergelianas, son sus galerías acristaladas...

Esos espacios de los cuales por aquí carecemos...

Muchas veces construidos como anexos a las mismas casas...

Donde no faltan muebles, plantas, lámparas...


Como pequeños invernaderos donde disfrutar todos los meses del año de la calidez que proporcionan...

Y cuando llega el cálido veranito nada mejor que montar comedores al exterior...

Crear pequeño huertos urbanos...

Y sentarse a disfrutar de lo hermoso que nos ofrece la bella naturaleza...

Yo no se vosotras chicas, pero el rústico escandinavo se erige como mi estilo preferido y si tuviera que construirme mi futura casa tendría, sin dudarlo, todo lo aquí explicado y fotografiado. Vivir en tan maravillosos espacios mezcla de campo, romanticismo, antigüedad y luminosidad, tiene que ser, de auténtica maravilla...

Y vosotras... ¿os apuntáis como yo al rústico escandinavo?...

Jueves algo desapacible hoy por aquí. Viento, humedad y bochorno que no me han impedido dar mi habitual vueltecita por los puestos florales. Mañana os cuento preciosas...