4 de septiembre de 2014

Hacia los bufones de Pría...

Hoy os llevo por uno de los preciosos senderos que pueblan Asturias hasta un lugar mágico, "Los bufones de Pría". Solo hace falta mirar las fotos para apreciar la belleza que entraña semejante lugar. El cielo de un azul intenso, las montañas verdísimas, el entorno de ensueño y el mar moviéndose en múltiples tonalidades...


Y yo feliz ante tanta explosión de naturaleza a mi alrededor...

Después de recorrer el largo sendero dejando atrás la preciosa playa, llegamos hasta los bufones...


Y os preguntaréis que son...Pues sencillamente son grietas o chimeneas abiertas en las rocas de los acantilados conectadas con simas marinas por las que el agua sale con fuerza y a presión cuando las olas rompen con fuerza. El espectáculo dicen que es único y digo dicen, porque la naturaleza es caprichosa y no pudimos disfrutar de estos bufones. La estación ideal es en pleno invierno cuando el viento irrumpe con más fuerza...


En pleno verano es prácticamente imposible ver y oír romper las olas llegando a alcanzar casi los veinte metros de altura. Pero no bastó simplemente con admirar el impresionante paisaje que lo rodeaba todo...


Rocas que se elevan a través del suelo...

Mar azul, casi casi turquesa...


Y esa vegetación que lo envuelve todo. Campos de florecillas extendiéndose a lo lejos, como una vasta alfombra floral... 


Y ahí si que casi muero de admiración, sin palabras para describir tan semejante belleza, como un cuadro recién pintado en el que deseas entrar y no parar de correr...



Y lo maravilloso de todo es asomarse hacia los acantilados que dan miedo de lo profundos que son. Admirar el romper de las olas mientras tienes a tu alrededor plantas con flores que parece imposible que puedan germinar entre tantas rocas... 


 Y que me decís del color del cielo, de esas nubes que corren con lentitud por el cielo dejando estelas de dibujos...
Y yo con mis manos repletas de plantas que fui recogiendo aquí y allí...

Y que mañana os contaré que fueron de ellas...



Después satisfechos con el recorrido, iniciamos la vuelta por el preciosos sendero...

Pasando nuevamente por la idílica playa...



No sin antes sentarnos en el único bar de la zona para refrescarnos con una cervecita con vistas al paisaje...


Extasiados nos sentíamos porque teníamos todo a nuestro alrededor...

Bufones, mar, cielo, vegetación, serenidad y total bellezaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa...


Hasta rosados geranios en flor colgando de los ventanales...

Con parajes asturianos os demuestro hoy, que a veces existen pequeños paraísos que están ahí para ser descubiertos...
                                                                  ¡Feliz jueves preciosas!

3 comentarios:

  1. Que sitios tan bonitos, y tan cerca....a veces nos vamos a descubrir sitios lejanos y tenemos paraisos al lado de casa. Que pena que no pudierais ver los bufones bufar , pero mirando el lado bueno, eso tal vez os anime a volver cuando llegue el invierno no?? Estoy deseando saber que has hecho con esas plantas

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  2. Hola me alegro mucho que hayas disfrutado de mi tierrina...Asturias paraiso natural
    las fotos son preciosas.....solo falta la botella de sidra...jeje
    Un abrazo

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  3. Hola Maite, ya veo que no parasteis de descubrir maravillosos parajes, este invierno con las tormentas que hubieron que espectáculo debían de dar. Me gusta tanto ver en tu blog lugares que tantas veces he estado. La nueva presentación con las hojas otoñales preciosa y yo si mi marido esta con algo en la tele para no molestar bajo el volumen en el ordenador y ya está. Muchos besos.

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