Entre sol, agua y lluvia. Así nos tiene esta primavera, caprichosa y cambiante, veinte veces diferente en el mismo día...Ayer al atardecer, nos sorprendía con lluvia, fina y continua. Tiene que llover, y la caída en las últimas horas es ideal para nuestras plantitas. Y sino que se lo pregunten a mis geranios y a la hiedra que cuelgan de mi pequeño balcón. Secos estaban, los planté hace tiempo y parecía que no tiraban. Pero ahora han revivido, brillan de verdor y lucen que da gusto mirárselos...
A través de mi ventanal, ayer veía correr el agua. Mi pequeño pájaro de porcelana se balanceaba ajeno a ella y refugiado en el interior...
Mis plantas se empapaban...
Las gotas de lluvia resbalaban por el pino, ya le viene perfecta a esta especie que necesita de ella para reverdecer y tirar...
La tarima de madera mucho más que mojada...
Y los pétalos rojos de los geranios la recibían con satisfacción...
Me encanta alargar la vista hacia los árboles centenarios de mi barrio y sobre los tejados. Ver como la lluvia lo empapa todo con ese aroma a tierra mojada que siempre asocio con mi infancia, cuando pisábamos los charcos y hacíamos crujir las hojas a nuestros pies...
A través de mi cortina de hilo, con dibujos de lavanda, se entreveía la lluvia bajo un cielo gris y apagado...Es lo que tocó ayer..............................................
Pero en este miércoles de hoy, la lavanda transparenta nubes azules en movimiento...
Y ni gota de lluvia...
Sol de primera mañana iluminando las hojas de hiedra...
Ya no resbalan gotas por los alegres geranios y éstos se ven más llamativos que nunca con la enorme luz que los refleja...
Hasta los capullos semiabiertos despiertan y parecen querer abrirse para convertirse en preciosas flores...
Apetece sentarse con el solecito de cara, cerca del aroma de los geranios, porque estos tienen aroma, inconfundible y sutil. También ellos me evocan a mi infancia, cuando mi madre los plantaba al llegar la primavera...
Ummmmmmmmmmmmm, hoy si que si. Aprovecharemos estos rayos de sol de la mañana sentados en el balcón, aunque solo sean unos minutos. Dicen que a la tarde volverá a llover y lo creo, porque empiezan a formarse grandes nubes sospechosas, por el horizonte...
Finales de primavera, el veranito llama a nuestras puertas y esta estación que está a punto de despedirse nos está volviendo locas...En un día, un microclima... lluvia, sol, calor, viento, fresquito al anochecer...pero a mi no me importa, puedo sentarme en mi sofá si llueve, salir a mi vergel si sale el sol, arroparme con mi manta si refresca y mirar a través de mi ventanal como el viento hace bailar los pinos centenarios...
Por ahora, me siento en mi silla y en mi balcón, así me despido de todas vosotras antes de que empiecen a volver a caer gotas de lluvia primaveral...
¡Disfrutad del miércoles!
¡Hola! ¡Qué buena la lluvia, cuanto la echo de menos! Por aquí la sequía es tremenda y si no llueve ya me temo que no lo hará hasta el próximo otoño y eso con suerte. No me extraña que tengas tus plantitas tan lindas ... entre tu buena mano con ellas y esa bendita lluvia, luces preciosas. Cariños
ResponderEliminarQue bien nos lo cuentas y que arte en la fotografía, y además del vergel de tú casa, tener esos arboles centenarios delante mismo es un lujazo. Me he acordado como hacia tú madre la mia con los geranios lo contenta que llegaba a casa en una época que las floristerías escaseaban, los compraba en una tienda de piensos, pero antes había pintado las macetas con esmalte de vivos colores con una ralla blanca en el borde de arriba.
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