Así que me adelanto y enciendo mi particular vela, este año en la entrada, presidiendo mi casa y en recuerdo a mis difuntos. Tradición que mi madre nos enseñó desde que éramos pequeñas y que yo sigo trasladando a mi hija, porque no hay nada mejor que mantener las buenas costumbres...
Busco un portavelas y lo encuentro en el exterior, en mi pequeña terracita. Lo traslado al interior, lo limpio y lo cuelgo de la percha de la entrada. Es un corazón de cristal comprado en uno de nuestros viajes a la isla de Lanzarote. A perdido un poco sus colores, es lo que tiene dejarlo a la intemperie, quizás algún día lo vuelva a pintar con pintura especial para cristal, pero hoy lucirá tal cual es, con su vela encendida, dándole un aspecto mágico y delicado...Queda perfecto, rodeado de sombreros, bastones, paraguas y la placa de estilo francés, con sus letras escritas. Después cuando apago las luces, el bonito corazón se ilumina y la entrada queda sumida en un tenue ambiente mucho más que relajado...Y sino mirad a Yaiza, escondida bajo la mesa del salón y tumbada en la alfombra. No le quita ojo a la vela encendida, seguro que hoy será su máxima distracción...
El jueves ya llegó y mañana la festividad del día de todos los Santos...Yo enciendo mi vela, hoy solo unas horas, pero mañana y según los cánones, se mantendrá encendida todo el día. Me encantan las tradiciones, mantenerlas vivas y pasarlas de generación en generación. Eso es parte de la esencia de la vida...
Y ahora me voy a comprar los deliciosos panalletets a la pastelería de mi ciudad...Ummmmmmmmmmmmmmmmm, ya estamos deseando probarlos...
¡Feliz jueves para todas!
Que bonito corazón ,quedo perfecto en este sector muy buena y una calidez con la vela preciosa.besos
ResponderEliminarMuito bonito! Gostei...Manuela
ResponderEliminarcemmanias.blogspot.com