Orgullosa de Celia...

Por aquí asoma ella, con esos dieciséis años tan bien puestos, con esa responsabilidad que tanto la caracteriza, con las cosas bien claras, con ese futuro por delante sabiendo a donde quiere llegar, así es nuestra Celia que llegó a casa el viernes pletórica con sus tres rosas en la mano. Lo había ganado casi todo en los premios literarios de su instituto, tanto en prosa castellana como en la catalana. Y nosotros orgullosos, pensando al leer los textos ganadores escritos de su puño y letra, sino podría convertirse más adelante en una increíble escritora. Aunque ella y de eso estamos bien seguros, podrá llegar a ser lo que se proponga...

Así que la entrada de hoy en este vergel va dedicada a ella por completo, a ese arte que tiene para plasmar en un papel lo que le sale de muy adentro del corazón. Son sentimientos traducidos a lineas que te dejan sin palabras, te roban el espíritu y te regalan emociones infinitas. Ha pasado este último año uno de los momentos sentimentales más tristes a su edad, la pérdida de su abuelo, guardado lo tenía muy adentro hasta que ha podido expresarlo en el escrito ganador como primer premio en prosa castellana. Lo que no podía hablar con nadie, lo ha traducido en uno de los mejores textos nunca leídos por el jurado de su instituto. De "Mi abuelo Claro", los profesores han dicho...

"Hay palabras que te meten en la historia, otras que te acarician el alma. Este texto está escrito con la segunda. Gracias Celia. Precioso, sensible, dulce, bien escrito. ¡Una belleza!. Sin duda primer premio de prosa castellana, sin dudarlo"...

Lo ha conseguido porque se lo merece de todas, todas y es que la literatura es otra de sus grandes pasiones después de la Biología, la medicina, la lectura, el amor por los perros, el rock y todo el mundo gótico al que yo la declaro adicta incondicional. Ella nos dice que no quiere ser escritora, solo como hobbie a pesar de que escribir la relaja, la desinhibe, la hace ser ella misma, expresarse con sentimiento y ganar esos premios en su instituto que tan feliz la hacen...

Hoy os quiero dejar un fragmento de su obra ganadora para que la leáis con pausa y la saboreéis con enorme emoción, solo espero que os guste y si después entráis a felicitarla, ella se sentirá infinitamente feliz...

"Ahora ha llegado la hora de asimilarlo, jamás volveré a verle, a oírle, a disfrutar de su compañía. Cuando voy a su casa y veo la silla donde siempre se sentaba vacía, me entra una sensación que no puedo definir. Me invade su olor, su ausencia, su todo. Pero, al cabo de cinco minutos, me acostumbro a la soledad de su ausencia.

Pero fue el día del entierro cuando mi vida cambio. Allí tomé una decisión, trabajar en las investigaciones para hallar la cura del cáncer. Esa puñetera enfermedad que nos hace sufrir a las familias y, sobre todo, se lleva a las mejores personas de este mundo. Al introducir el ataúd en el horno, mis lágrimas caían sin cesar. Pensando como podía un ser humano acabar así, tan simple..."Polvo somos y en polvo nos convertiremos", dijo algún sabio.

Mientras escribo esto lágrimas caen de mis ojos...Actualmente, sigo atravesando por el duro proceso del duelo. Cada vez que hablo de él, una espina se clava en mi corazón. Pero esa espina humana, me indica que sufro y, por lo tanto, que sigo viva. Por ello, cuando al encender mi móvil, alguien me pregunta quién es ese hombre tan diferente a mí, yo les respondo. "Ese es mi abuelo Claro. 

Ahora sí que puedo decir que me he liberado: Hasta siempre, yayo. pronto nos reencontraremos en ese lugar llamado cielo".

En memoria de Claro Montero Luceño (1934-2016)

Sin palabras chicas, orgullosa de Celia... Me despido con rosas rojas, las que formaron parte del premio otorgado a Celia. Os recuerdo que mañana se celebra Sant Jordi, espero hacer montones de fotos para que así os empapéis de toda esta maravillosa fiesta tan vivida y arraigada por estas tierras catalanas...

¡Feliz sábado de emociones!