Los rincones florales de Marta Lladó...

Hola preciosas, hoy como os prometí corremos raudas nuevamente hasta el pisazo de nuestra Marta Lladó. Estaréis conmigo en que siempre es todo un placer poner los pies en él, refleja tanto la personalidad de semejante mujer que yo creo que nunca quiero marcharme de allí. Su hogar es reconfortante, sereno, repleto de  sensibilidad y creado para sentirse como en el mismo paraíso. Y ¿qué tienen los paraísos de todas las vergelianas chicas?...Pues rincones repletos de flores en todas sus variedades. Y Marta lo sabe, se toma su tiempo en recolectar flores en sus paseos campestres, se acerca hasta el mercado semanal de su Llanes querido para escoger las adecuadas y sino la acompaña el buen tiempo para semejantes quehaceres, yo creo que hasta se entristece un poquito por no poder llevarse consigo tales tesoros preciados...
Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiii chicas ¿no os huele a deliciosa comida casera?. Yo creo que las culpables de ese rico aroma son esas plantas aromáticas que nuestra Marta ha colocado alineadas sobre la pequeña escalera de su cocina. No falta albahaca, romero, menta y perejil, todas muy verdes ellas, todas colocadas en preciosos maceteros muy de acuerdo a la escogida decoración. Hasta la gallina blanca queda admirada ante tanta exuberancia, pensando en esa rica comida que poder elaborar con tantísima aromática...

Yo creo que hoy Marta se ha acercado hasta su mercado semanal, menudo privilegio para todas nosotras. Veo entre rosas de pitiminí y pequeñas hortensias, ramos de paniculata, eucalipto...

Pequeñas plantitas de kalanchoes y hasta una violeta africana totalmente florecida sin sacar todavía de su transparente envoltorio. Creo que el lugar de todas ellas ya ha sido escogido por Marta, nada mejor que entremezclarlas con adornos románticos totalmente preciosos...

Delante de semejante dama antigua, kalanchoes blancos y rosas para potenciar un retrato sobrante de placidez...

Como me gusta ese cuadro, ¿no os parece encantadora la pequeña niña con zapatos de tacón?...y que me decís de esa bañera de patas floreada con mariposas revoloteando. No hay detalle que se le escape a esta mujer nuestra...

Ni tampoco  flores naturales con las que adornar muchos más de sus rincones. En su salón pululan orquídeas florecidas asomando entre verde musgo, altos ficus desbordantes de hojas, invernaderos que albergan macetas en flor y otros más kalanchoes luciendo en sus macetas a juego...

Ohhhhhhhhhhhhhhh chicas impresionantes esas jaulas, son ellas como una pequeña colección en la que exponer para la vista muchas más especies escogidas, como esas variadas suculentas verdeando con total encanto...

Se preocupa nuestra Marta de no contar ella con un pequeño vergel al exterior, y ¿para qué preciosa?, si ya te has montado tú sin problemas un mini jardín interior que es la envidia de cualquiera. Delante mismo de ese impresionante ventanal que recorre las paredes, has plantado con tus manos verdes montones de flores blancas que no paran de crecer...

Yo creo que contagiadas por esos exteriores que envuelven todo tu hogar. Es más, hasta las amarilis florecen casi de inmediato con la enorme luz recibida...

Las calas se abren hasta el infinito mostrando su belleza...

Y los ramos cortados con tus manos se duplican en más flores para acrecentar su belleza...

Y sino fijaros en semejante rincón, se alternan sin problemas arreglos artificiales escogidos con coronas muy blancas...

O en este otro decorado con encanto, donde no faltan velas rodeadas de musgo y una adictiva corona sueca con violeta incluida que me ha robado por completo el corazón...

Seguimos chicas nuestro especial paseo por el pisazo de Marta y se nos van los ojos sin remediarlo a esos arreglos florales de los que me confieso adicta. Ella ha querido elaborarnos un ramillete sencillo para recibirnos. Dentro de un alto jarrón de cristal ha mezclado con escogido descuido florecillas muy campestres. Amarillos, blancos, rosados y verdes, tonalidades dispares que destacan sobre todo...

Y se nos hace de noche chicas, entonces la casa de Marta se viste de nueva luz especial. Tras los ventanales abiertos al campo asoma el sillón orejero, el preferido de Jaume. Esperándolo está para que se acomode en él. Y no es para menos, tiene el mejor de todos los rincones, la mejor de todas las vistas, los más escogidos complementos a su lado y la mejor de todas las mujeres...

Ella ya se ha encargado de encender velas dentro del gran invernadero...

De esparcir aún más rosas con las que destacar ligeras repisas...

Y de decirles a esos encantadores angelitos mágicos que nos den las buenas noches porque el día vergeliano de hoy ha llegado a su fin...

Las luces se apagan, pero no el hogar de una de las vergelianas más encantadoras conocidas. En la casa de Marta, aún llegando la noche, todo brilla con más luz, de eso se encarga ella porque tiene el poder y el don de transformarlo todo, de hacer de las estancias auténticos espacios para volvernos adictivas. ¿Ahora entendéis porqué nunca quiero marcharme de allí?...

Pero mañana de nuevo saldrá el sol en ese paraíso asturiano, entonces Marta y  Jaume volverán a perderse por campos, pueblos y rincones. Seguro que ella recolectará más flores que llevarse de nuevo a casa y él sonreirá pensando que han ido a parar a uno de los lugares más mágicos que quizás exista. ¿Os cuento un secreto chicas?...Mi Víctor y yo soñamos con ser como ellos, poder darnos el lujazo de retirarnos mañana a semejante pueblo asturiano y quizás, tal vez, los tengamos de vecinos...

Pues soñando me quedo vergelianas...
¡Feliz miércoles!