Hoy viernes aparco mi hogar y os hago viajar a la lejana Suecia, a mostraros una gran casa con historia... Porque todas las grandes casas encierran tras de si preciosas historias descritas por sus propietarios y ésta es el amor a primera vista de Ulla-Britt Englund y la hermosa villa a orillas del lago...
Se quedó prendada de ella cuando era tan solo una niña y tuvieron que pasar casi treinta años hasta poder hacerla suya. Fue en un paseo en ferry por el lago, la volvió a ver alzándose a lo lejos como colgada mágicamente de la colina por encima del agua. Su porche tallado con esmero, sus ventanas ondulantes hechas a mano y toda la luminosidad que se colaba por ella. Había soñado con semejante maravilla casi toda una vida y decidió comprarla a cualquier precio convirtiéndose al poco tiempo en su nuevo y deseado hogar...
Tuvieron que invertir tiempo y dinero, sus antiguos propietarios no la habían sabido cuidar. Estaba casi abandonada y el viento y la nieve habían deteriorado casi todos sus exteriores. Reformaron la cocina, la sala de estar, y las paredes. Como amantes de los muebles antiguos intentaron conservar cuantas piezas fueron hallando, manteniendo como no, las estufas de azulejos, auténticas joyas del siglo pasado...
Con todo ello, paciencia y muchísimo empeño, hoy sus propietarios disfrutan de una casa de vacaciones de auténtico ensueño, orgullosos de haber creado un hogar donde perderse cuantas veces quieran...
Dejo de hablar ya y con permiso de Ulla, su hija, sus dos nietas y su perro Molly, abrimos las puertas de esta casa ubicada en la lejana isla sueca de Svarton. Os va a enamorarrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr preciosas...
Como a mi me han enamorado sus suelos de auténtica madera...
Sus cálidas chimeneas repartidas aquí y allí...
La enorme luminosidad que se cuela por sus grandes ventanales...
Esa cercanía con la plena naturaleza...
Esos empapelados que se suceden en cada estancia...
Esos muebles antiguos de fuerte personalidad...
Los textiles escogidos con esmero...
La blancura de sus muebles...
Ese porche acristalado asomando al lago...
Detalles conservados de antaño...
Y esa amplia cocina emulando a las de antes, cálida y acogedora...
Con antiguo horno de hierro donde hornear todo lo apetecible y más...
Desde ella nos despide su adorable familia, sonriendo, sabiendo que gozan de una villa totalmente envidiable...
Pero antes del adiós, Ulla nos invita a unos tentadores rollos de canela calientes y a una taza de chocolate. Eso si, sentadas en los exteriores, en el hermoso jardín envolvente y bajo la atenta mirada de la mascota de la casa...
Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, como me gusta descubriros pequeños paraísos lejanos, hogares repletos de todo aquello que nos hace felices...
¿Nos perdemos este fin de semana por semejantes parajes?. Seguro que Ulla nos recibe con los brazos abiertos...¡Feliz día de viernes para todas!
Via
Maite hoy te perdono no ver tu casa porque esta me ha enamorado del todo, vivir al lado del lago en esta maravillosa casa con este porche y todo lo que encierra dentro, y la mesa y las sillas de hierro tan trabajado y los suelos de arriba que encanto todo. Hasta mañana y que seas muy feliz este fin de semana.
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