Mi vergel al anochecer

 Ayer al atardecer tuvimos lluvia, no demasiada, la justa y necesaria para que nosotros lo agradezcamos y nuestras plantas también. En un momento dado paró, quedando unos cielos realmente preciosos, dignos de ser fotografiados. Y allí estaba yo cámara en mano para enseñaros algo que se que os encanta, esos especiales espacios iluminados al anochecer. Como me gusta dedicar de vez en cuando mis entradas a alguna vergeliana adorable que asoma por aquí, pues hoy mi vergel mágico va destinado a mi Brisita que ayer estaba un tanto plof. Preciosa arriba ese ánimo, cuando te sientas nostálgica no tienes más que asomarte por estos lados donde todas nosotras te haremos dibujarte mil y una sonrisas. Chicasssssssssss a entrar hoy por aquí para animarla mucho...
Yo por mi parte le brindo mi vergel en semisombra...

De como poco a poco los cielos se oscurecían ayer tornándose anochecer...

A través del olivo y a lo lejos mi rincón preparado para disfrutar los de casa de un ratito al aire libre...

Me encanta ese momento del día después de una buena lluvia caída salir a oler mis exteriores, ese olor a tierra mojada...

Encender mi lámpara de papel, bendita ella que ilumina todo el rincón con esa luz cálida que invita a sentarse por horas...

Prender la gran vela del farol que cuelga de mi pérgola...

Y si tenemos suerte de que corre una ligera brisa, sentir el tintineo de los móbiles de cristales...

Ya mismo chicas quito la tela que recubre el cenador, tiene sus ventajas durante el día cuando el sol aprieta, pero sin él al llegar la noche dejando colarse los cielos con sus estrellas no tiene precio...

Y sino fijaros en lo maravillosos que asomaban ayer...

Azules y blancos...

Todo un lujo para estas últimas noches veraniegas...

Que pena, ¿verdad?, que demos ya casi por terminada esta preciosa estación. Sin embargo por estas tierras y gracias a nuestro excepcional clima mediterráneo aún nos quedan muchos días de disfrute de vergeles...

De seguir embelleciendo estos espacios con nuestros sillones mullidos, nuestros cojines a juego, nuestras pérgolas con su toldo, nuestras plantas en flor y nuestros faroles con sus velas...

Menos mal chicas que podemos alargar el buen tiempo todo el otoño y si hay suerte hasta las primeras semanas del invierno porque yo no conozco otra manera de recargarme por dentro y por fuera...

Si no es salir a mi pequeño jardín por el día y por la noche, sentarme bajo mi cenador, encender mi lámpara y mis velas, charlar con los míos y perderme bajo estos cielos azules y maravillosos...

Brisita y todas las demás, en la noche de ayer me hubiera encantado teneros a todas juntas, aunque apretadas, bajo la luz de las velas. Estoy segura de que nos hubieran dado las tantas de la madrugada perdidas entre risas, conversación y más de un que otro mojito...

Tal vez algún día se cumpla...
¡Feliz final de domingo para todas mis vergelianasssssssssssssssssssssssss!