El jardín vergeliano de Aide...

Chicas, hoy cogemos el avión, cruzamos volando mares y montañas para aterrizar en otro continente. Hay que ver lo que viaja este vergel en la ciudad llegando a todas las partes del mundo...Hace calor allá donde hemos llegado, menos mal que a las puertas de la casa de Aide se alzan enormes ficus de hojas verdes, ellos aportan sombra al caluroso miércoles vergeliano.  Son frondosos, erigiéndose más altos aún que la casa en donde vive semejante amante de las plantas y flores. Pero no siempre han sido así de majestuosos. Me cuenta Aide que cuando empezaron a construir su casa estaban prácticamente secos. Sus hijos querían cortarlos y tirarlos, pero ella se negó en rotundo. Los podó, les repuso tierra, mucha agua y sobre todo grandes dosis de amor. El resultado es el de ahora, formando parte importante de su jardín, un trocito de verde que Aide cuida todos los días, haciendo de su especial vergel el centro de su hogar...

Jardineras de hierro blanco acompañan a los ficus, en ellas se han plantado coloridos geranios muy españoles para dar la bienvenida con alegría a la casa de esta mexicana... 

Damos la vuelta todas bien juntitas sin dejar de mirar los ficus que nos conducen hasta la mismísima puerta de entrada. En ella Aide nos recibe con los brazos abiertos...

¡Bienvenidos!, nos anuncia la ranita verde letrero en mano. Sus ojos bien abiertos, su amplia sonrisa, sabe que a partir de ahí vamos a deleitarnos con montones de flores y variedades infinitas...

La saludamos, faltaría más y nos adentramos en el particular jardín de Aide. Todo es verde se mire por donde se mire. Hojas con miles de formas y tamaños trepan de aquí para allá. Se entremezclan objetos muy vergelianos construidos por su propietaria. Preciosa la casita de tejado rojo pinchada junto al amor de hombre...

Rincones inspiradores encontramos por todo lados. En ellos se agrupan macetas formando conjuntos no solo verdes...

Sino también repletos de color...

Nos sorprende el sonido del agua correr dulcemente. Una fuente de hierro con largo pie va dejando deslizarla para deleite de tanta vergeliana...

Seguimos paseando...pequeños pinos, jazmín azul...

Vincas rosadas...

                                     
Geranios, cintas...

                                         
Todas tienen cabida en la enorme terraza de Aide, proliferan en ella sin problemas, desarrollándose y floreciendo gracias a semejantes manos verdes. Desde bien entrada la mañana se emerge en tareas jardineras. Corta ramas secas, poda, planta, añade nueva tierra, riega con abundante agua y no para esta mujer, eso si, disfrutando el día a día de ver unos resultados que saltan a la vista...
Un acogedor rinconcito para sentarnos...

Al ladito mismo de una palmera que ya mismo Aide plantará para alzarse por encima de la casa...

Desde la mesita nos llega el aroma del envolvente romero ya florecido...

Y también el rumor del agua desde la fuente. Que bien estamos chicas, a pesar del calor mexicano de primera hora de la mañana, en este vergel uno se siente de auténtica maravilla...
                                       
Fijaros en semejante casita de pájaros elaborada por Aide con sencillos finos troncos de árbol. Estoy segura que serán muchos los pájaros que se refugiaran en ella cada vez que ronden su jardín. Es más, me cuenta ella que semejantes pajarillos hacen cola para comer el pienso que le esparce dentro, con total paciencia se esperan unos a otros bajo la atenta mirada de la dueña. Increíble...

Todas sabemos del extremo calor de México y es por ello que Aide se ha aficionado a los cactus y suculentas que también esparce en cualquiera de sus rincones. Aguantan mucho mejor el sol y la total sequía. Imagino los largos meses sin llover y estas especies a falta de ello lucen por si solas como joyas jardineras...
Las hay como verdes rosetones...

Pequeñitas y carnosas, repletas de florecillas...

 

Muchas de ellas creando preciosos rincones bien juntitas y buscando la sombra...

                                      
Aide crea conjuntos colocados sobre grandes rocas encontradas en sus largos paseos...Diminuas aloe vera...

Les esparce a las jardineras pequeñas piedras y casitas de pájaros apenas imperceptibles con loros muy coloridos...

Pero lo que más me sorprende, es la mano prodigiosa que tiene y que hace que helechos necesitados de humedad y lluvia crezcan sin problemas...

Lo mismo que las largas cintas que tanto asoman, o el amor de hombre tan y tan delicado...

Con la boca abierta nos quedamos sabiendo que no es el clima lo imprescindible, sino la paciencia, la constancia, la pasión, el amor y la buena energía que desprende nuestra Aide...

Haciendo que logren brotar flores de geranios...

Que se arremolinen hojas y más hojas tomando las esquinas...

Que cuelguen cintas por doquier...

Y amores de hombre llegando hasta el mismo suelo...

Como me gustan tus plantitas colgantes Aide, le aportan movimiento a tu vergel, nos hacen mirar no solo al frente sino también hacia arriba alzando nuestras manos para poderlas tocar. Ya me llevaría yo un hijuelo de ellos para plantarlo de tu parte en mi querido vergel...

Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii,que centro tan creativo, inspiración le sobra gracias a su pequeño arbolito, las hojas rastreras plantadas en su misma base y esa enorme tortuga recorriendo el macetero...

¿No oís un tintineo casi mágico chicas?...Ya se de donde procede, del encantador llamador colgante de ranas simpáticas de uno de los rincones. Preciosoooooooooooooooooooo...

Ahora Aide nos llevará también para que nos deleitemos hasta el mercado floral de su ciudad. No se pierde ninguno de ellos. Ya veréis lo que vamos a disfrutar...
Ohhhhhhhhhhhh, chicas cuantas flores y plantas...

Hay de todos los colores, tamaños y formas inimaginables...

Que bello entorno para perdernos por horas tantas vergelianas. Abunda el rosa a través de los toldos, de los pétalos de flores y hasta de los delantales de las dependientas...

¿Qué especie escogerá nuestra Aide chicas?...Los rosales no creo, me cuenta que no se le desarrollan muy bien en su vergel...

¿Serán geranios coloridos?...

Creo que ya ha escogido entre tanto verdor. Mientras a mi se me van los ojos a las frutas y verduras tan perfectamente colocadas en otros muchos puestos...

Volvemos a la terraza de Aide dispuesta ella a trasplantar su recién comprada planta. Va en busca de su gran saco de tierra...

Se planta en medio de todo con un divertido macetero ya escogido...

Lo rellena con total paciencia...

Y la planta...Se ha decantado por esta pequeñita, dice que las prefiere de ese tamaño porque le encanta verlas crecer poquito a poco...

Pero que preciosa le ha quedado. La colorida tortuga nos mira contenta de llevar en su caparazón tan escogida planta...

Y llegó la hora del cafecito preciosas. Aide se lo toma en su taza preferida, esa que tiene manchitas de vaca...

Eso si, llegada ya esta hora de tremendo calor mexicano, mejor hacerlo bajo el toldo de Aide. Ella asoma por aquí saboreando su café para que todas podamos conocerla...Con mirada atenta al frente porque por allí asoma su princesa recién llegada de la escuela...

Bueno creo que ya está sumergida en su piscina y desde allí nos saluda...

Como adoro a esta pequeña, siempre sonriente, correteando con infinita energía. Y no me extraña, con semejantes exteriores, con esas verdes plantas y con esa mami tan maravillosa quien no se siente feliz...

Yo es que me escaparía a la casa de Aide todas las tardes, me sentaría junto a ella en medio de su vergel con taza de café en mano para no dejar de charlar hasta que la noche llegara. Estoy segura que intercambiaríamos montones de plantas, las plantaríamos juntas y las veríamos crecer con sumo placer...

Existe un pequeño paraíso verde allá por el lejano México. Da igual hacia donde viajemos, si hacia el Norte o hacia el Sur, que más da que crucemos el gran charco, porque siempre encontraremos una especial vergeliana orgullosa de su hogar, de sus plantas, de su ciudad y hasta de su mercado floral. Hoy Aide nos ha llenado de vida y energía, la que ha ella le sobra, nos ha mostrado sus plantas, invitado a café, hemos compartido trasplante , nos ha paseado por un entorno repleto de geranios, rosales, pequeñas crasas y hasta frutas deliciosas, pero lo que si nos ha transmitido hasta el corazón ha sido su enorme dulzura, su hospitalidad, su pequeño mundo cotidiano y sus ganas constantes de vivir... Si chicas, ya se, os habéis quedado con ganas de ver los interiores de esta casita de fachada azul. Pues los tengo bien guardaditos para una próxima gran entrada y es que Aide cuenta con otro pequeño jardín interior que os va a enamorar. ¿Vais a poder esperar?...

                                    

Pues hoy chicas...¡Que viva México lindo, que viva nuestra Aide y que viva su linda princesa toda vestida de rosa!...Millones de gracias preciosa por invitarnos y por compartir...

La semana que viene volveremos a viajar, pero un poquito más cerca, a la cálida isla de Lanzarote. Por allí hay alguien que tiene una casita que me ha conquistado. Sonia Gonzalvo tiene un especial don para decorar muy de acorde a su isla. Deseando estamos de abrir sus puertas. Dichosos miércoles vergelianos, enganchadas nos tienen...

¡Felicísimo día para todasssssssssssssssssss!