Los complementos que faltaban...

Hoy si que si, el día acompaña soleado y yo os enseño mis nuevos complementos. El color elegido ya lo conocéis, esa tonalidad luminosa que evoca al mar, al veranito, a la brisa y a la arena...Acompañadme a través de la escalera, desde allí ya se aprecian los pequeños cambios, para mi enormes, pues he pasado de tonos grises y negros a otros mucho más llamativos, diría yo que hasta atrevidos teniendo en cuenta mi gusto por lo clásico, lo combinable y lo sutil...

Pero vamos a acercarnos, hasta os enciendo la luz para que desde lejos empecéis a inspiraros...

Abrimos la puerta corredera y................................

Aquí está... Mis nuevos textiles, mi nuevo plaid, mi nueva lámpara y mis nuevos complementos...

Como se transforma un rincón con pequeños toques, bajo presupuesto y muchísima imaginación. A mi me recuerda esta parte del salón a las casas de playa, esas tan bonitas de los Hamptons, que invitan a entrar y disfrutar de su calidez y su frescura...

Base en blanco y después eligiendo una tonalidad, la que nos apetezca, desplegar todos los complementos imaginables...Cojines en diferentes texturas, portavelas,  mantitas y flores...Flores que se desplegarán como maravilloso punto resaltando sobre todo lo demás...

Os confieso que me costó decidirme por esos azules pálidos, esos adamascados clásicos, ese punto fuerte en el turquesa de la manta a los pies de la chaise longue y esos satinados que reflejan sin dudarlo toda la luz. Son colores que no suelo utilizar, que a menudo me frenan, pero que ahora reconozco satisfecha que me encantan y que ha sido la mejor de las elecciones. Ya tendré tiempo en el invierno, de volver a colocar grises y negros que invitan más al refugio...

¿Y que me decís del contrapunto moderno que le otorga a todo el rincón mi nueva lámpara?...Ese gran flexo cromado que se alarga por el sofá, ideal para las amantes de la lectura que somos Celia y yo. Ahora por las noches no hay buen libro que se nos resista, bajo esa práctica lámpara devoramos páginas y páginas, sin apenas darnos cuenta...

Desde luego, mi chaise longue es más mía que nunca...Tan mullida, tan alegre, tan cómoda y tan irresistible. Vamos que ahora no me la roba nadie, ni tan siquiera nuestra dormilona Yaiza...

Después no me faltan detalles que tasan perfectamente...Velas azulonas...

Vasitos de cristal tallados siguiendo las tonalidades...

Portavelas evocadores...

Y flores recién cortadas como los veraniegos agapantos combinados en blanco y azul...

Chicassssssssssssssssssssssssss, el verano ha explotado en mi hogar. Solo he necesitado cojines de "Aloja do gato preto", plaid y lámpara de "Ikea" y complementos de "Zara Home". Las flores nuevamente han sido un regalo de mi maravilloso vecino, esos bulbos plantados es su terraza y que cada verano me regala...

Guardados están los anteriores textiles, esos negros y grises que han lucido en las otras estaciones, dando paso a otros más vitales que han recibido al verano...

A veces necesitamos transformar, arriesgarnos y dejarnos llevar. Solo así con un mismo escenario conseguiremos estancias totalmente diferentes...En casa todos nos quedamos con el nuevo cambio coincidiendo en que parece un salón totalmente diferente...

Próximo cambio...Las cortinas, esta tarde me voy a elegir la tela para unos nuevos paquetos. ¿Los escojo grises, crudos, blancos?. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, es que no lo tengo claro...Mañana os cuento mi difícil elección...

Que el azul os envuelva hoy a todas, en este martes que por fin deja asomar el sol y un claro cielo, tan luminoso, como mi nuevo salón...

¡Feliz día preciosas!