Buenos días de viernes chicas, siento no haber podido pasarme por aquí en estos dos días, ando con una contractura en el hombro que me está desesperando. Mucha esterilla caliente, reposo cuando puedo, cremita con masaje, y algún que otro anti inflamatorio. Hoy parece que ando algo mejor y por aquí me tenéis dispuesta a enseñaros el nuevo espacio de Celia. Y digo espacio porque es lo que quiero que vayáis viendo, ya que todo está colocado de manera provisional. Hay cositas nuevas que serán definitivas, y otras, que muy a mi pesar, desaparecerán para dar paso a otras novedades. La primera primicia es la escalera comprada en Ikea. Bueno escalera, escalera, no es chicas, aunque vista de esta manera dé autentica sensación...
Son módulos de almacenamiento a diferentes alturas en color negro. Girados de un manera son como baldas para colocar libros y otros complementos...
Y que permiten subir hasta la cama de la forma más cómoda...¿Qué os parece vergelianas?...
Las grandes dimensiones de la habitación nos permiten ahora crear tres zonas bien diferenciadas. Por un lado la zona de dormir en lo alto del hueco...
Bien recogidita, cálida, agradable y por supuesto invitando al descanso con ese super colchón de 1,35 cm...
En este hueco perfecto no faltan textiles de letras negras, cojines a juego, mantita gris a los pies...
Una mesita de marcado estilo vintage con sus cajones pintados en diferentes tonalidades...
Y una nueva lámpara que sustituye al flexo negro que en un principio habíamos ahí colocado. Celia se enamoró de ella el sábado en Ikea y a casa se vino con nosotros. Es una esfera mate con dibujos florales encantadores. Después os la encenderé para que apreciéis mucho mejor lo bonita que queda iluminada...
Me hace gracia chicas los cambios que sufre esta pieza en el rincón. Cada vez que entro en la habitación, Celia ha cambiado alguno de sus adornos. Hoy podéis ver ese portavelas gris con rosa negra incluida, mañana, ya veremos con lo que nos sorprenderá...
Pero lo mejor de todo este conjunto, es esta maravillosa acordeón antigua y maravillosa como punto central de todo el conjunto. Pertenecía a mi padre y él siempre quiso que Celia se quedara algún día con ella...
Celia la guarda como auténtico tesoro que siempre le recordará a su abuelo. La limpia con sumo cuidado, no deja que nadie se acerque a ella y ha querido colocarla justo delante de la gran cama. Espero algún día poderos contar toda la historia que esta pieza lleva tras de sí, pero aún me cuesta hablar de todo lo concerniente a mi padre. Me sigue doliendo y me pongo a llorar en cuanto rememoro tantas cosas a su lado...
Otro de los espacios creados, es la zona de vestidor. El armario blanco de Ikea que ya teníamos, la estantería de la misma colección para almacenar, un espejo blanco rescatado del antiguo trastero para que Celia pueda mirarse tantas veces se cambie de ropa...
Una nueva alfombra negra de pelo largo adquirida el sábado en Ikea, donde descalzarse y sentarse sobre el puf plateado...
Y mi baúl pintado a mano en esos tonos ocres y rojos. Esta última pieza no gusta nada a Celia, así que en cuanto podamos la eliminaremos. A mi me da muchíiiiiiiiiiiiiisima penita desprenderme de ella, pienso que no le queda del todo mal con esos cojines encima a modo de banco coqueto. Le aporta una nota de color a tantos grises, negros y blancos. Falta por colocar aún una alta cómoda en negro desgastado que albergará la pequeña televisión, y en la que podremos guardar piezas de ropa adolescente que no caben por ningún lado...
Y como última zona luminosa, el escritorio donde concentrarse y estudiar. Hemos querido colocarlo justo delante mismo del ventanal con vistas al vergel florecido todo el año...
Un rincón único, todo un privilegio para una adolescente de dieciséis años a la que no le cuesta nada sentarse y ponerse a trabajar cada día. Y no me extraña...
Vamos a cambiarle la pieza central para sustituirla por una balda más larga que llegue justo hasta la pared. Después quedará apoyada por un lado a la cajonera con ruedas y al otro por unas estilosas patas que ya hemos ojeado. Este cambio le permitirá tener más espacio para desplegar libros, apuntes, lápices y miles de papeles...
Todos los complementos que veis encima del escritorio los ha desplegado a su gusto Celia. El calendario es una auténtica monada. A ella le gustan las piezas antiguas y esta es encantador con ese rostro femenino de principios de siglo...
Y esas piezas de latón que va cambiando según el paso de los días. No faltan tampoco sus incondicionales calaveras en diferentes tamaños, velas aromáticas que la ayudan a desconectar...
Y la terraza abierta como escenario perfecto...
Pues así vergelianas se va dibujando el nuevo dormitorio de la princesa de la casa. Quedan muchos cambios todavía. Por supuesto el farol blanco que cuelga en el centro dará paso a una lámpara de araña con lágrimas negras, falta colgar algunos póster de películas preferidas de Celia, bien enmarcados en plateado, escoger el empapelado para el hueco de la cama que le otorgara vida al entorno y quizás si me deja, alguna plantita verde dentro de cestas de ratan...
Pero a falta de todo ello, y mientras nos vamos recuperando económicamente de los gastos que no han sido pocos, así se perfila este enorme espacio que hace las delicias de Celia. Ahora apenas si la vemos, se sube de continuo arriba, cierra la puerta y se aísla por completo del resto de la casa y de sus papis. Eso si, los invitados junto a ella e inseparables, son sus dos peludos, que suelen acurrucarse a dormitar en la mismísima nueva alfombra...
Y es que cuando llega el anochecer quien se resiste a encender aquí velas de aroma de vainilla, guirnaldas luminosas y lamparitas encantadoras...
Lo prometido es deuda chicas. ¿Qué me decís de los efectos florales de la nueva esfera iluminando en la oscuridad?...
Viernessssssssssssssssssssss, a la tarde me espera una estupenda Máster de zumba en mi club deportivo con motivo del cáncer de mama. No estoy muy fina con el hombro, pero pienso darlo todo por tan buena cusa. A ver si logro hacer algunas fotos para colarlas por aquí. También tengo pendiente enseñaros algunas cositas inspiradoras que he colocado en el salón para darle nuevos aires. Y un pequeño tutorial sobre el trasplante de hijuelos de crasas dedicado a Lola Suárez, esa gran mujer isleña que me escribe a menudo al correo y que tanta ilusión me produce leer. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, son tantas cosas...
¡Feliz día para todas y nos reencontramos mañana!