Hola vergelianas, por aquí me tenéis hoy de auténtica profesora jardinera para realizaros el prometido curso de reproducción de coleos. En primerísima fila veo sentadas a mis incondicionales alumnas que se apuntaron raudas a tal evento. Estrella, Ximena, María Bracaccini, Lavanda, Brisita, Marien, Rosa María Gandarias, Alicia, Pili Fleitas, Pili, Nieves Vázquez, Ana Gómez y Aide. Ellas tienen bien abiertos los ojos para no perderse detalle...
Os anuncio que obtener pequeñas nuevas plantitas de coleos es sumamente, sencillo, rápido y muy agradecido. Yo no lo supe hasta que un buen día nuestra María Bracaccini me lo explicó desde su querida Miami. Le doy las gracias por ello, por haberme dado el placer de llenar mis interiores con semejantes maravillosas plantas....
Escuchad chicas, solo necesitamos para ello un vasito de cristal transparente lleno de agua...
En el que sumergiremos por días un gajo cortado de la planta madre de coleo que tengamos. Con el paso de las semanas nos daremos cuenta que ha echado montones de pequeñas raíces blancas...
Será entonces el momento idóneo para replantar ese brote que enraizará sin ningún problema...
Escojemos para ello un bonito macetero, yo tengo tantos, algún día os explicaré mi obsesión por ellos...
Lo llenamos de buena tierra e introducimos bien abajo el gajo de coleo. Siempre con cuidado, sus hojas son tan tiernas que se desprenden con facilidad...
Después solo nos queda regarlo en profundidad, sin miedo, los coleos son amantes del agua, más aún acabados de plantar...
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhh, chicas, ¿no me digáis que no ha sido fácil reproducirlo?. Ya veréis que con el paso de los días le van brotando más hojitas pequeñas en lo alto, señal inequívoca de que ha enraizado perfectamente, contando ya con una nueva planta que poder lucir en nuestros interiores...
¿En el interior os preguntaréis todas, si desde siempre los hemos visto en patios y terrazas?. Pues si chicas, a mi, los coleos donde mejor se me desarrollan es dentro de casa. Mirad que mini jardín me he ido montando repleto de color, variedad y viveza...
La más alta de todas es la llamada madre de la cual he ido cortando nuevos brotes para replantarlos fácilmente...
Y todas las demás mucho más pequeñitas son las nuevas plantitas que poco a poco se van repoblando de finas hojas hasta conseguir hacerse grandes y maravillosas. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, que por ahí asoma nuestra Yaiza, ajena por completo al curso de jardinería, debemos perdonarla, lo suyo no son las flores, ella solo desea dormitar tranquila acurrucada en el sofá...
Mucha luz chicas, anotadlo bien, sin sol directo que pueda quemarlas, bastante riego al ser casi verano y nada de pulverizaciones, sus hojas son vellosas y se podrían secar...
Yo acabo de abonarlas con unas bolitas azules de la marca "Compost", les irá de maravilla para nutrirse y crecer imparables...
Muchas de vosotras me habéis comentado que los coleos os traen recuerdos de vuestra infancia porque vuestras abuelas los tenían en el patio o en los alfeizares de las mismas ventanas. A Víctor le pasa lo mismo, siempre le ha gustado tenerlos en casa, tal vez porque convivió con ellos cuando era un niño, siempre había uno en algún rincón de aquel patio cordobés de la casa de su abuela Delfina...
Quizás ha sido él quien me ha transmitido su amor por ellos, aunque no ha hecho falta insistirme demasiado. Para mi son plantas adictivas por su enorme variedad de colores, son casi infinitas y siempre encuentro una diferente en el puesto de flores de mi incondicional mercado semanal...
Me apasionan las de hojas rojas...
Son totalmente impactantes...
Las variegadas resultan especiales, son las clásicas, las de toda la vida, las que compraban nuestras madres y nuestras abuelas...
También las hay rosadas...
Románticas y luminosas...
Y hasta amarillas con sus puntas granates...
Diferentes y escogidas porque casi nunca se encuentran...
Crecen todas ellos rapídisimo, cuando menos lo esperamos se convierten en mini arbolitos de largo tallo...
Con enormes hojas desbordantes...
Yo como inspiradora que soy he llegado a crear hasta arreglos variados en los que los pequeños gajos de estos coleos forman parte de ellos...
Mezclados en este macetero de porcelana con suculentas variadas se crea un pequeño jardín de lo más llamativo...
El verde de las crasas y los rojizos coleos, junto a un blanco Buda, es el mejor arreglo para colocar en el mismo despacho...
Siguiendo la misma técnica anterior, en cuanto el gajo tenga raíces a plantarlo en cualquier recipiente pudiéndolo combinar con hiedras, suculentas, cactus, begonias africanas florecidas y hasta con mini kalancoes en cualquier color...
Uiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, que Troll levanta su cabecita, creo que está más interesado en el curso jardinero que Yaiza. Por lo menos permanece atento mientra os explico todo el largo proceso...
No sé yo chicas si me gustan más los coleos agrupados con otras plantas en centros decorativos...
O simplemente solos y plantados en coquetos maceteros...
Como se me da también reproducirlos y es tan sumamente fácil, voy a volver a llenar mi vasito de cristal...
Le cortaré otro gajito a la madre con cuidado...
Para sumergirlo en el agua, eso si, junto a esas bolitas de florecillas lilas silvestres que también le quedan...
Así mientras espero a que crezcan sus blancas raíces, decorarán como ramillete natural el sobre de mi mesa...
Inmejorable forma decorativa de propagar estos adictivos coleos que ya me tienen enganchadísima...
¿Y ahora qué vergelianas?, quien es capaz de decir que no existen mini jardines interiores. El mío todo elaborado con la misma variedad, pero con diferentes tonalidades...
Bien agrupadas, dentro de envases distintos, a diferentes alturas y a un coste cero porque para eso estamos nosotras, mujeres jardineras de alto nivel, capaces de producir nuestras propias plantas con las que embellecer nuestras casas...
Ahora chicas, con este curso intensivo de coleos, ya no tenéis excusa para presumir de los vuestros propios, después si se os multiplican por mil, siempre podéis como yo, regalarlos a vuestras amigas que sé de buena tinta que os lo agradecerán infinitamente...
Como yo os agradezco a todas vuestra asistencia de hoy, nada más gratificante que desvelaros con enorme ilusión mis pequeños secretos de jardín con los que ganar todas, en sabiduría, aprendizaje y amor por nuestras queridas plantas...
Presumiendo de mis coleos variegados ...
¡Feliz jueves!