Buenos días de miércoles vergeliano. Llegadas estas fechas nuestra sección preferida se viste de fiesta, color y Navidad. Me encanta recibir a mi correo vuestras maravillosas fotos de todos esos rincones vestido para celebrar, compartiendo así, esas decoraciones tan y tan entrañables. ¿Empezamos chicas?...
De nuestras islas cálidas nos llega el centro de Adviento de Fátima, un centro repleto de tonos lilas, piñas naturales, cesto rústico, velas blancas, pájaros con sofisticadas plumas y un simpático angelito. Quizás él tenga vergüenza de tanta vergeliana mirándolo pues se tapa su carita con sonrisa risueña. Mis ojos se alargan en la instantánea para deleitarme con esos cojines ideados en los mismos colores que el centro y en esos otros dos nuevos ángeles sentados en la mesa...
Fátima has creado este año un arreglo sencillo pero con un encanto que solo esos vibrantes tonos escogidos pueden conseguir...
Después esta mujer nos cuela también por aquí el centro de Adviento de su hermana Carmen. Me cuenta que la está convirtiendo en una total vergeliana y yo creo que se nota porque los detalles utilizados son de nuestro mismo estilo. Copas de cristal, lazadas a topos, gran flor de poinsetia y esos muñequitos adorables que asoman tras las velas. Y que me decís de los coquetos cojines colocados para recibir la Navidad, me han enamorado las estrellas mágicas y la puntilla que recorre uno de ellos, tasando a la perfección con su centro de Adviento.
Carmen, bienvenida a esta ventana, como tu hermana, se nota que amas la decoración y los pequeños detalles, así que, desde ya, te nombramos nueva vergeliana a esta ventana diaria...
Y ahora chicas cruzamos juntas el gran Charco para llegar hasta el mismísimo México. Allí nos recibe nuestra Elena Rascón para mostrarnos su sofisticado centro navideño. Yo creo que esta mujer es pura elegancia y sino fijaros en los detalles escogidos para crear semejante conjunto. Altas velas blancas, bayas rojas, ramas naturales y renos maravillosos en luminosa plata. Todo ello sobre su mesa de centro con mantel especial colocado. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii Elena como nos gustaría a todas estar ahora mismo sentadas alrededor de tan vestida mesa...
Seguimos en México, pero ahora nos desplazamos hasta el hogar de Aide. En él nos topamos con una roja poinsetia recién comprada por su dueña. Se nota la pasión de esta mujer por las plantas, en cada momento y estación nueva variedad que lucir...
Eso si, colocada en el lugar que merece y una roja flor de Navidad debe exponerse en una blanca mesa y rodeada de detalles que la sepan destacar...
Después Aide crea un centro de Adviento que transmite su alegre carácter y nada mejor que esa hada curiosa escondida detrás de la gran piña, ese muñeco de nieve divertido que parece saludarnos desde la distancia y esas velas en rojo pasión. Fijaros chicas, que ellas llevan pegadas con pequeñas estrellas nubes algodonosas numeradas. Aiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, como se nota que en casa de Aide hay por ahí una pequeña princesita divertida y encantadora...Por cierto Aide, nos morimos de ganas de ver tu chimenea encendida, ahora en tiempo navideño tiene que ser una auténtica gozada. En familia, con tu peluda tumbada delante, quien no quiere vivir ahí todas las fiestas...
Y nos despide tan simpático muñeco de nieve alzando sus manitas, debemos volar hasta otro encantador hogar...
El de la increíble María Bracaccini. Ummmmmmmmmmmmmmmmmmm, yo es entrar en este hogar y llenarme de total calidez, como si estuviera en casa de mama o de esa tía a la que tanto se quiere. Primero vamos a deleitarnos con su escogido centro de Adviento...
Natural de todas, todas. En una amplia bandeja María ha colocado piñas encontradas en sus paseos, ramas de abeto, un verde arbolito y esa casita blanca de cerámica recién comprada.
Se me van los ojos a esa vela con un delicado ángel plasmado, es preciosa, como también son adorables esos pajaritos posados en las piñas, un guiño simpático para un centro entrañable...
Y ahora vayamos todas a dar una vuelta por los rincones de semejante mujer. Nos paramos delante de otro arreglo festivo con Papa Noel incluido...Nos deleitamos ante una balda repleta de coloridas postales navideñas...
Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, que perfectamente vestido ha quedado el ventanal de María con esos gorros, calcetines y florecillas brillantes recorriendolo todo...
Imposible no detenerse ante una nueva repisa donde contar botecitos de porcelana y demás figuras navideñas...
Y nada mejor que una pequeña mesita cerca del gran sofá para esparcir mucha más inspiración. Con esa lámpara encendida al anochecer, la magia se apodera más aún de un hogar que nos enamora...
Pero no hay blanca Navidad sin un gran árbol que lucir y nuestra María lo sabe. El suyo llega hasta el techo, tan grande como todo el amor que ella tiene. Verde, lazos rojos, bolas de colores infinitos y renos. No me extraña que sus nietos se queden boquiabiertos ante él, deben pensar que su abuela es única e irrepetible. Después viene cuando sus princesas empiezan a descolgar adornos y llenar el suelo de ellos. Pero a María no le importa, con verlas felices jugando le es suficiente...
Volamos de regreso vergelianas, para poner los pies en un hogar recién estrenado que hace días nos encandiló. Marta Lladó ha querido colarnos por aquí su centro de Adviento. Pero no es cualquier cosa chicas, representa un guiño a su mar Cantábrico, ese mar que ella adoptó un buen día con tanto amor en su corazón. No es mujer marta de celebraciones navideñas y yo no sé porqué, quizás algún buen día nos lo cuente, toda una pena, con las manos inspiradoras que tiene lograría unas decoraciones festivas dignas de una reina...
Y sino deteneros en semejante centro. Un cuenco de cristal escogido, sobre él, candelabros con velas blancas, a cada una atada con delicadeza una rosa con tarjeta numerada para cada encendido y sobre el fondo del cuenco, bueno sobre el fondo...
Todo aquello que solo el mar puede ofrecernos. Conchas, caracolas, piedrecitas y la mismísima arena que esta mujer ha ido recogiendo en sus muchos paseos por las playas preciosas de su Asturias...
Millones de gracias Marta por acercarnos tu nueva tierra, plasmarla en tu centro y compartirlo con todas nosotras...
Como me enamoran los centros de Adviento elaborados con inspiración, los que reflejan con detalles la clásica Navidad con esos rojos y blancos. Daniela Bertrams es lo que tiene, a parte de ser una gran mujer amante de los animales, tiene manos verdes para las plantas y un don especial para la decoración. Esos tarros de cristal, esa nieve en su interior, esas piñas recogidas, esas lazadas a cuadro vichi y esas estrellas de tela reflejan todo eso y mucho más. Sin palabras me ha dejado su conjunto ideado para decorar su mesa festiva. Más calidez imposible derrochar porque yo celebraría ahí mismo sin pensarlo, todas las fiestas de este año...
Y llegamos al final del recorrido vergeliano de hoy. He querido terminarlo con dos entrañables fotos de nuestra Teresa Esteban. Os preguntaréis porque solo dos...bien fácil, ella me mandó ideales fotos de todos sus rincones navideños y semejantes instantáneas se merecen una sola entrada. Guardan tanto amor y tantas maravillas que cuando os lleguen a todas vosotras os van a hacer pensar que la Navidad puede aún ser más mágica que nunca...
Un goloso adelanto chicas...
¿Vais a poder esperar?...
Bueno, bueno, bueno...hoy no podréis quejaros chicas, mejor mix navideño inspirador no se puede soñar.
Que bien me siento cuando compruebo que hay vergelianas repartidas por todos los continentes, mujeres cada una con su estilo, con sus colores, con su especial manera de ver la Navidad y de vivirla con ganas. Eso si, con idénticos corazones enormes y mucho amor por derrochar. ¡Sois geniales!...
¡Feliz miércoles y hasta mañana!